Los Amigos Conservadores de Israel (CFI, por sus siglas en inglés), un destacado grupo de presión de Westminster al que pertenecen aproximadamente el 80% de los diputados conservadores, ha recibido financiación de la Agencia Judía, una organización estrechamente vinculada al Estado de Israel.
El CFI, que es uno de los principales financiadores de los viajes al extranjero de los políticos británicos, ha mantenido históricamente en secreto su fuente de ingresos. Sin embargo, como advierte Declassified UK, se ha revelado que la Agencia Judía, un organismo paraestatal de Jerusalén encargado de ayudar a los nuevos emigrantes a Israel, ha contribuido a CFI.
La Agencia Judía, un actor clave en el fomento de la migración judía a Israel, tiene una larga historia que se remonta a antes de 1948 y es una de las “instituciones nacionales” de Israel. La revelación plantea interrogantes sobre la influencia de entidades externas en los grupos de defensa política británicos.
Los Amigos Conservadores de Israel (CFI) recibían financiación de la Agencia Judía, como revelan las actas de una reunión celebrada en 1990 entre el presidente del CFI, el diputado británico Robert Rhodes-James, y el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Douglas Hogg.
Rhodes-James reconoció que el CFI, bajo su dirección, había estado en mala forma y había funcionado como una “oficina virtual del Likud en Londres”, aceptando incluso dinero de la Agencia Judía. El Likud es el partido político de derechas liderado por el actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Aunque no se especifica la cantidad exacta de dinero, Rhodes-James afirmó que CFI había alcanzado la independencia financiera en 1990 y se ganó el respeto como portavoz simpatizante de Israel dentro del gobierno británico. El grupo está alineado con las políticas de Netanyahu.
