El jefe de la guardia nacional rusa, Viktor Zolotov, y el Presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, acusaron a los servicios de inteligencia occidentales de orquestar la insurrección de Wagner en Rusia. Estas acusaciones quedaron confirmadas después de que el centro de pensamiento de la corona británica Chatham House (Real Instituto de Asuntos Internacionales de Gran Bretaña) difundiera la mentira de que Putin se doblegó durante el amotinamiento de Wagner, y al abogar por el envío de armas masivas a Ucrania. El coronel Hamish de Bretton-Gordon, OBE (oficial de la orden del imperio británico), ex comandante de las fuerzas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares del Reino Unido y de la OTAN, incluso fue más allá al sugerir que Ucrania debería atacar a Rusia y derrocar a su presidente. Esta crisis se agrava debido a la formación de un nuevo sistema internacional liderado por los países del BRICS, que busca poner fin al neocolonialismo y saqueo del orden unipolar, lo que representa una amenaza para el sistema financiero actual de las élites de Londres y Wall Street.
Por EIRNS
El amotinamiento del Grupo Wagner del 23 y 24 de junio dirigido por Yevgeny Prigozhin en Rusia fue controlado en menos de 24 horas, sin embargo, la crisis estratégica que supone esa revuelta no está bajo control, y el peligro de una guerra termonuclear a gran escala entre Estados Unidos y Rusia puede seguir aumentando hasta que así sea. El motivo de ello, y lo que podemos hacer a ese respecto, es el siguiente.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio dos breves discursos en el Kremlin el 27 de junio, al personal de las fuerzas armadas que contribuyeron de manera significativa para detener el efímero amotinamiento del Grupo Wagner con un mínimo de derramamiento de sangre. Les dio las gracias, y les comunicó sin rodeos lo que estaba en juego: “Parar en seco, de hecho, una guerra civil”. Explicó que “las rebeliones armadas suelen ir seguidas por el caos total y la guerra civil. Esto es lo que ustedes evitaron” que sucediera. Si no hubiéramos hecho esto, “el caos en el país habría sido inevitable, y con toda seguridad el enemigo habría sacado ventaja de ello”. Sin embargo, “no resultó nada de ello, y espero, no resultará nada más, estoy seguro”.
El jefe de la guardia nacional rusa, Viktor Zolotov, se encargó de identificar más detalladamente a las fuerzas implicadas, y declaró el martes 27 que la razón por la que los servicios de inteligencia occidentales sabían del motín de antemano, es que “el amotinamiento fue organizado de antemano, inspirado por los servicios de inteligencia occidentales… Al parecer, ellos instigaron al propio Prigozhin, o tal vez sus ambiciones se apoderaron de él”. El Presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, hizo un comentario similar en una ceremonia de promoción de generales del ejército que se llevó a cabo ayer en Minsk: “La conclusión es: habría sido una guerra en dos frentes. Esto no fue solo Prigozhin. Prigozhin fue el detonante. Esta rebelión se habría extendido por toda Rusia”.
Como si quisiera confirmar la exactitud de esas acusaciones, el Real Instituto de Asuntos Internacionales (RIIA, por sus siglas en inglés; también conocido como la Chatham House), el centenario centro de formulación de la política exterior de Gran Bretaña, publicó el 27 de junio una serie de artículos en los que se propagaba la mentira de que Putin se había doblegado durante el amotinamiento de Wagner y que, por lo tanto, lo que se necesita en este momento es “un flujo enorme de armas a Ucrania”. El coronel Hamish de Bretton-Gordon, OBE (oficial de la orden del imperio británico), ex comandante de las fuerzas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares del Reino Unido y de la OTAN, dio un paso más en las páginas del diario británico Telegraph, con el delirio de que “ahora, Ucrania puede acabar con el régimen de Putin que se está desmoronando”, y que la OTAN debería darles “permiso para atacar a Rusia, propiamente, y derrocar a su Presidente”, y no se preocupen por cualquier respuesta nuclear de represalia que, les aseguró a los lectores, no va a suceder.
La fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, advirtió ayer claramente contra este tipo de “juego que arriesga un Armagedón”, y que amenaza con desencadenar una guerra termonuclear a escala mundial. Si la gente supiera que este tipo de locura no sólo se discute abiertamente, sino que domina la formulación de políticas en Londres y Washington, saldrían a la calle en masa a protestar, afirmó Helga Zepp-LaRouche. Por ello, el Instituto Schiller se está coordinando con numerosas organizaciones y personas de todo el mundo en la creación de una Coalición Internacional por la Paz, que ha decidido celebrar concentraciones, manifestaciones, y protestas, en todo el mundo el 6 de agosto, aniversario del bombardeo atómico a Hiroshima, para detener la precipitada carrera hacia la aniquilación nuclear hoy.
La crisis actual es tan grave, explicó ayer Zepp-LaRouche en su transmisión semanal “Diálogo en vivo con Helga Zepp-LaRouche”, debido a que está surgiendo un sistema internacional totalmente nuevo en torno al BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y las naciones asociadas a este, que se proponen poner fin a 500 años de colonialismo y saqueo y amenaza con enterrar el actual sistema de la City de Londres y Wall Street.
“Si nos fijamos en el peligro”, afirmó Zepp-LaRouche, vemos que la existencia de la civilización está en juego; podríamos perder a toda la humanidad. Si llegamos a una guerra nuclear, quiere decir que no quedará nadie vivo, ni siquiera un periodista o un historiador que pueda investigar qué fue lo que salió mal. Y ese es el peligro.
“Las élites occidentales le perdieron el miedo al Armagedón, a las armas nucleares, y están jugando con estas cosas como si dijeran: ‘Está bien lanzar sólo una pequeña bomba preventiva en Polonia. Eso no va a llevarnos a la Tercera Guerra Mundial’. ¡Eso es pura idiotez!
“Yo creo que la población tiene que entender que no hay nadie que se va a ocupar de ellos, si ustedes no lo hacen por sí mismos. Así que trabajen con nosotros. Hay opciones, y el potencial de un nuevo orden económico mundial es mayor que nunca antes”.
EIR pronostica tres meses de intensificación de la guerra financiera contra los BRICS
Fuente:
EIRNS: Porqué los próximos meses entrañan tanto peligro. 29 de junio de 2023.