Patrones que se repiten a lo largo de la historia confirman que el conflicto en Oriente Medio no lo determinan ni los israelíes ni los árabes, sino fuerzas internacionales externas con intereses en ese territorio estratégico, que es un punto de cruce entre el Mediterráneo y el Océano Índico y define las relaciones entre Europa, Asia y África Oriental. Así pues, como propuso Lyndon LaRouche, hagamos el ejercicio histórico de preguntarnos: “¿de dónde sacaron los británicos la idea de mantener a la población árabe, y a lo que se convirtió en la población israelí, enfrentadas permanentemente, matándose unos a otros… Bueno, alguien los está manejando. Alguien está jugando y orquestando la situación…”
El alcalde de Jerusalén se reúne con los sargentos del Regimiento de Londres, 9 de diciembre de 1917 [Biblioteca del Congreso].
Fragmentos del artículo “Si te engañan una vez, qué vergüenza. Si te engañan dos veces, puede que no haya una tercera”, publicado por EIRNS el 13 de octubre de 2023.
En los últimos días, los gobiernos y sociedades occidentales se han alineado tras la defensa de Israel de una forma que haría sonrojar incluso a un sargento instructor.
En Alemania, Francia, Canadá y el Reino Unido, cualquier muestra de sentimiento a favor de Palestina ha sido declarada ilegal y los infractores pueden ser detenidos. En Estados Unidos se condena hasta las más modestas súplicas de alto el fuego y el cuestionamiento de la infalibilidad de Israel.
¿A qué Israel debemos apoyar? ¿Qué facción nacional, cada una de las cuales tiene puntos de vista drásticamente diferentes sobre la resolución de la crisis, es el Israel correcto? Como se ha señalado en esta publicación y en otras, existe una pelea interna dentro de Israel y una tremenda rabia contra el primer ministro Benjamin Netanyahu [https://www.mentealternativa.com/los-medios-israelies-culpan-a-netanyahu-de-la-guerra-y-piden-su-dimision-seymour-hersh-dice-que-el-premier-esta-acabado-y-sus-dias-estan-contados/], a quien muchos culpan de la escalada mortal. Hay muchos dentro de Israel que no creen que sea lo mejor para Israel lanzar un ataque en toda regla contra Hamás y destruir para siempre a sus vecinos árabes. ¿Por qué no hablan de ello los diplomáticos occidentales?
Por lo tanto, la verdadera pregunta es: ¿Quién quiere acorralarte en una guerra total en el suroeste de Asia, y a quién le interesa?
Al igual que con la crisis de Ucrania, la guerra en Israel sólo puede comprenderse en un contexto geoestratégico.
En un discurso pronunciado en la Central Connecticut State University en 2009, Lyndon LaRouche abordó el problema del sudoeste asiático:
“Vean a Oriente Medio, no como si tuviera su propia historia, sino a Oriente Medio como algo dentro del proceso de la historia.”
“Y… no miren el conflicto árabe-israelí. No lo ignoren, pero no lo miren. Porque el conflicto no lo determinan ni los israelíes ni los árabes. Lo determinan las fuerzas internacionales que miran a esta región. ¿Cómo? Como un punto de cruce entre el Mediterráneo y el Océano Índico, la relación de Europa con Asia, la relación de Europa con África Oriental, etcétera.”
“Ahora, vuelvan atrás y pregúntense, ¿de dónde sacaron los británicos esta idea, como hicieron con [el acuerdo] Sykes-Picot, de dónde sacaron la brillante idea de mantener a la población árabe, y a lo que se convirtió en la población israelí, enfrentadas permanentemente? Matándose unos a otros por una tierra por la que no valía la pena luchar, en términos de su calidad.”
“Bueno, alguien los está manejando. Alguien está jugando y orquestando la situación…”
“Tenemos que pasar, por tanto, de pensar en el conflicto entre naciones y regiones, a la alternativa al conflicto, encontrando aquello que nos une a través de nuestro propósito común, como naciones soberanas independientes, en lugar de buscar la resolución de un conflicto que ahora disfrutamos entre nosotros. Esa es la única oportunidad que tenemos. Y si nos fijamos en las posibilidades de esta región, como el sudoeste asiático, la única oportunidad vendrá, no del interior del sudoeste asiático. Haremos, y debemos hacer, lo que podamos, por esa zona, para intentar detener el derramamiento de sangre, la agonía, para evitar la guerra. Pero no lo conseguiremos, hasta que cambiemos la historia, cambiemos el mundo en el que está contenida esta región”.
Fuente:
EIRNS: Si te engañan una vez, qué vergüenza. Si te engañan dos veces, puede que no haya una tercera. 13 de octubre de 2023.
