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El mundo está llegando a una encrucijada que no puede evadir

Por EIRNS

Todos los informes indican que el Presidente Biden le dijo al Presidente Zelenski la semana pasada que se enviarán misiles estadounidenses de largo alcance ATACMS a Ucrania. Si se confirma, esto indica una escalada no sólo de la guerra en Ucrania, sino también del peligro de que el mundo en su conjunto entre en una guerra global a gran escala. Tras la reciente cadena de ataques ucranianos contra territorio ruso en Crimea, junto con la actitud indiferente de los funcionarios de Estados Unidos sobre su culpabilidad en ataques de este tipo cada vez más numerosos, está claro que esto sólo significará un nuevo aumento de las tensiones candentes que ponen en marcha nuevos conflictos de mayor envergadura.

El mundo tiene ante sí una y sólo una elección: la deliberación o la destrucción. La contraofensiva ucraniana ha fracasado, lo que supone una oportunidad evidente para que la OTAN y los patrocinadores occidentales de Ucrania reflexionen sobre esta situación y se acerquen a la mesa de negociaciones. Ucrania seguramente seguiría esta iniciativa. Esto podría allanar el camino hacia una paz más duradera y la posibilidad de una nueva arquitectura de seguridad para Europa, o incluso más ampliamente.

Si, por el contrario, las naciones occidentales se repliegan bajo el peso de una arrogancia y una rabia irracionales y, en lugar de ello, arman aún más a Ucrania, en una guerra que Ucrania nunca podrá ganar, ¿cuánto tiempo pasará antes de que las tropas de la OTAN entren en un conflicto directo contra Rusia? ¿Cuánto durará una guerra convencional directa entre Estados Unidos y Rusia antes de que se convierta en una guerra nuclear?

Una propuesta que fue publicada recientemente por cuatro expertos alemanes, ofrece lo que probablemente sea la propuesta de paz más completa en los 18 meses que lleva este conflicto. Si se difunde y se sigue, podría ser una intervención decisiva en esta espantosa situación. La propuesta hace referencia a la Primera Guerra Mundial como inicio del siglo de guerras, y exige que: “¡La guerra de Ucrania no debe convertirse en la catástrofe primordial del siglo 21!”.

Hay que reconocer que esta situación se ve exhacerbada por el hecho de está naciendo un nuevo sistema en el mundo. Hay un impulso que proviene de una parte cada vez mayor del mundo que exige ser libre de la servidumbre de la pobreza y de quienes la imponen. Una mayoría cada vez más grande en todo el mundo identifica este orden desordenado como la causa principal de la desigualdad y los conflictos a escala mundial.

Consideremos las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de Egipto ante la Asamblea General de la ONU de este año, quien afirmó que hay una “deficiencia estructural en cuanto a la capacidad del sistema internacional para hacer frente a las crisis política, de seguridad y socioeconómica. El sello distintivo de esta era [posterior a la Segunda Guerra Mundial] ha sido una marcada tendencia de las grandes potencias a intentar usurpar o monopolizar el proceso de toma de decisiones de la comunidad internacional, sin prestar apenas atención a los derechos, ambiciones y legítimos intereses de cientos de millones de ciudadanos del mundo”.

¿Qué clase de disparate es creer que se está luchando por salvar una imaginaria “democracia occidental” en Ucrania, cuando la mayoría del mundo rechaza la mismísima hegemonía occidental? Como dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto: “¿con qué autoridad han llegado algunos a creer que su sistema de valores es superior a otro?”.

Si los enanos morales optan por una mayor escalada, el peligro de una guerra que acabe con la civilización puede ser mayor que nunca, y esa es una opción que no podemos permitirnos. Si, por el contrario, se opta por la vía de la deliberación, se abre un camino completamente distinto para la historia del mundo. La oportunidad que brindan los llamados crecientes a una nueva arquitectura financiera, con el propósito de un desarrollo industrial y económico masivo, podría significar algo mucho más que una fórmula de paz para Europa y Rusia: podría ser el comienzo de una nueva arquitectura de la civilización que haga hincapié en la unidad de la especie humana como su principal piedra angular.

Lo que está en juego es realmente así de importante, como Lyndon LaRouche y su esposa Helga Zepp-LaRouche han insistido durante años, y el camino de salida exige que ciudadanos como tú piensen y actúen a ese nivel. Estudia los Diez Principios de Helga Zepp-LaRouche, que presentan el ámbito de la opción que tenemos ante nosotros. Actúa y participa: no es momento de esperar, desde las gradas, a ver qué pasa.

 

La OTAN se fractura: En un giro de 180 grados, Polonia anuncia que dejará de armar a Ucrania

 

EIRNS:

EIRNS: El mundo está llegando a una encrucijada que no puede evadir. 25 e septiembre de 2023.

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