Las entregas adicionales de armas a Kiev tienen solo un objetivo: prolongar el conflicto. ¿Qué ocurrirá si los nuevos sistemas de misiles que está recibiendo Ucrania se utilizan para lanzar ataques a territorio ruso? Se producirán “escenarios absolutamente indeseables y bastante desagradables” según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Como advierte el Instituto Schiller: La supervivencia de la humanidad depende del desmantelamiento de la OTAN y del establecimiento de una arquitectura de seguridad global que responda a los intereses de seguridad y desarrollo de todos los países del mundo.
EIR: La construcción de un camino para salir del desierto
3 de junio de 2022 (EIRNS) — La manifestación más reciente del imperio ha tomado la forma, desde la Segunda Guerra Mundial, de una “relación especial” angloamericana dedicada, en especial desde la caída de la Unión Soviética, a gobernar un mundo unipolar bajo su control financiero, cultural y militar.
Esa pretensión ha llevado al mundo actual al borde de la Tercera Guerra Mundial, un Armagedón nuclear cuyo desencadenante más evidente –aunque no el único posible– se encuentra en Ucrania, que está siendo inundada con armas cada vez más sofisticadas (aunque no siempre con éxito).
Dos de las últimas manifestaciones de cómo se lleva a cabo la escalada hacia una guerra de la que la civilización podría no recuperarse nunca, son el suministro a Ucrania de sistemas de misiles con mayor capacidad para atacar el interior del territorio ruso, y la admisión por parte del General Paul Nakasone, Comandante del Mando Cibernético de Estados Unidos, de que “Hemos llevado a cabo una serie de operaciones [contra Rusia] en todo el espectro: operaciones ofensivas, defensivas, [y] de información”.
¿Cuántas publicaciones y políticos estadounidenses han declarado que Rusia esencialmente había cometido actos de guerra, al tiempo que difundían historias falsas de que la intromisión de Putin en Internet condujo a la victoria electoral de Donald Trump en el 2016 contra Hillary Clinton? “Los ataques cibernéticos de Rusia no son una intromisión, son actos de guerra”, decía el titular del Daily Beast en el 2018. “Cuando se ataca a un país, es un acto de guerra” dijo el senador John McCain en el 2016 en la televisión ucraniana, según CNN. “Así que tenemos que garantizar que haya un precio que pagar para que quizás podamos persuadir a los rusos de que dejen de cometer este tipo de ataques contra los fundamentos mismos de nuestra democracia”.
Si el hackeo ruso al Comité Nacional Demócrata (un hackeo que nunca ocurrió) es “un acto de guerra”, ¿qué debe hacer Rusia con las operaciones cibernéticas “ofensivas” realizadas contra ella en la situación actual?
¿Qué ocurrirá si los nuevos sistemas de misiles que está recibiendo Ucrania –que actualmente son pocos, pero que probablemente no sean los últimos que se envíen– se utilizan para lanzar ataques a territorio ruso? Se producirán “escenarios absolutamente indeseables y bastante desagradables” según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El peligro es cada vez mayor, y con él aumentan también los llamados a la cordura.
“Técnicamente estamos en guerra” dijo el general italiano Fabio Mini, ex jefe del Estado Mayor del Mando de Europa del Sur de la OTAN, quien se opone a la política de la OTAN y de la Unión Europea de armar a Ucrania. “Debimos haber desmantelado la OTAN al final de la Guerra Fría”, subrayó. Si alguien está provocando, señala, es la OTAN, y en particular el Reino Unido, que está impulsando un papel de mayor expansión a nivel internacional. El ex ministro francés Pierre Lellouche acaba de escribir un artículo en el que advierte que la OTAN está dirigiendo la política europea, incluyendo el belicismo contra Rusia. El ex Primer ministro griego, Kostas Karamanlis, pronunció un impactante discurso en el que afirmó que “Estados Unidos no tiene ningún motivo para la paz en Europa” y que la nueva Guerra Fría “no será un resurgimiento de la antigua. Será mucho peor y mucho más imprevisible”.
La supervivencia de la humanidad depende, en efecto, del desmantelamiento de la OTAN y del establecimiento de una arquitectura de seguridad global que responda a los intereses de seguridad y desarrollo de todos los países del mundo. Y esto sólo puede ocurrir abordando la causa subyacente del creciente conflicto: la desintegración del sistema financiero transatlántico, una desintegración que Lyndon LaRouche predijo hace décadas, con base en su comprensión de la economía física.
En la situación actual, cuando la hiperinflación lleva a la gente a reflexionar más profundamente sobre la política económica, cuando las mentiras de los medios de comunicación se hacen aún más evidentes, hay una receptividad a ideas nuevas y profundas.
El foro más poderoso para estas ideas es la próxima conferencia del Instituto Schiller, que será el fin de semana del 18 y 19 de junio, titulada, “No puede haber paz sin hacer una reorganización por bancarrota del moribundo sistema financiero transatlántico”, la cual tendrá interpretación simultánea al español y otros idiomas.
Lee la invitación y regístrate aquí: es-schillerinstitute.nationbuilder. com/evento_18_19_06_2022
RT: Putin: “En caso de suministro de misiles de largo alcance a Ucrania, sacaremos conclusiones y podremos atacar objetivos que todavía no hemos atacado”
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que, en caso de suministro de misiles de largo alcance a Ucrania, Moscú va a sacar “las conclusiones pertinentes” y usar sus armas “para atacar aquellos objetivos” que todavía no ha atacado.
El mandatario sostuvo durante una entrevista con la cadena Rossiya 1, emitida este domingo, que toda la historia con las entregas adicionales de armas “tiene solo un objetivo: prolongar el conflicto armado tanto como sea posible”.
En ese contexto, indicó que la decisión de EE.UU. de enviar a Ucrania sistemas de lanzacohetes múltiples HIMARS no cambiará significativamente el equilibrio de poder. “No hay nada nuevo aquí. En primer lugar, estos sistemas de lanzacohetes múltiples están en servicio en el Ejército ucraniano: sistemas análogos de producción soviética, rusa [como los] Grad, Smerch, Uragán”, detalló Putin, haciendo hincapié en que el alcance no depende del propio sistema, sino de los proyectiles que lanza.
“Partimos de que este suministro por parte de EE.UU., y otros países, está relacionado con la reposición de pérdidas de este equipo militar“, señaló. En cuanto a las solicitudes de Kiev de entregas de unidades de artillería, el presidente ruso afirmó que aparentemente se trata de lo mismo: la reposición del equipo “perdido, destruido durante las acciones militares”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania, en el que Washington suministrará a Kiev sistemas de lanzacohetes múltiples HIMARS, que tienen un alcance superior a los 70 kilómetros.
Respecto a las preocupaciones de Rusia sobre la amenaza para su territorio, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo este miércoles que Kiev prometió a Washington que no usará armas estadounidenses para atacar a Rusia.
El jueves la embajadora de EE.UU. en Kiev afirmó que los HIMARS “ayudarán a las fuerzas ucranianas a tener objetivos más específicos, pero también a disparar a distancias más largas”. Al mismo tiempo señaló que el alcance de estos sistemas “dependerá de las fuerzas ucranianas”.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que las solicitudes de Ucrania para recibir sistemas de lanzacohetes múltiples representan “una provocación directa destinada a involucrar a Occidente en las acciones militares”.
La alianza entre el MI6, la CIA y los banderistas: El resurgimiento del racialismo nazi en Ucrania
Fuentes:
Executive Intelligence Review: La construcción de un camino para salir del desierto. 3 de junio de 2022.
RT: Putin: “En caso de suministro de misiles de largo alcance a Ucrania, sacaremos conclusiones y podremos atacar objetivos que todavía no hemos atacado”. 5 de junio de 2022.