El 11 de octubre, en una entrevista con LBC Radio, el líder laborista británico Sir Keir Starmer (Caballero Comendador de la Honorabilísima Orden Militar del Baño) dio a entender que estaba de acuerdo en que Israel tiene “el derecho” de retener energía y agua de Gaza.
Para mala suerte de Sir Starmer, los miembros más empáticos de su partido prefirieron renunciar en avalancha antes que aceptar verse representados por la visión maltusiana de la aristocracia británica creadora el sionismo político, lo que obligó al cortesano a recurrir al doble juego que caracteriza al cabal al que representa.
Enseguida, Sir Starmer escribió a los concejales laboristas en un intento de tranquilizarlos sobre la posición del partido sobre el conflicto entre Israel y Hamas enfatizando ahora su “simpatía” por la difícil situación de los civiles palestinos en Gaza y exigiendo que se permitiera ayuda humanitaria a través de la frontera egipcia “inmediatamente”.
Su Majestad Real ríe con el “Muy Honorable” Sir Keir Starmer y el especulador de fondos de alto riesgo en la City de Londres y premier británico, Rishi Sunak.
Según el diario Independent:
“Al menos siete concejales han dimitido en los últimos días. Amna Abdullatif, concejal de Manchester, dijo el lunes que había renunciado al Partido Laborista después de que Sir Keir hiciera ‘comentarios horripilantes acerca de que Israel tiene derecho a negar combustible, agua, alimentos y electricidad a los 2,2 millones de palestinos atrapados en Gaza, respaldando de hecho un crimen de guerra.’ Se produjo después de que Shaista Aziz y Amar Latif, del Ayuntamiento de Oxford, dijeran que renunciaban al Partido Laborista por razones similares. Jessie Hoskin, concejal del consejo del distrito de Stroud, también renunció por la disputa. Los concejales de Nottinghamshire, Nadia Farhat y Russell Whiting, también dimitieron por la postura del líder sobre Israel. Whiting dijo que los comentarios de Sir Keir sobre alimentos y agua para Gaza habían sido ‘reprensibles’.”
En 2011, como Jefe del Servicio de Fiscalía de la Corona, Keir Starmer bloqueó el arresto por cargos de crímenes de guerra de Tzipi Livni, ministra de Asuntos Exteriores de Israel durante su brutal campaña de bombardeos en Gaza en 2008, lo que confirma que su reciente traspié no es síntoma de confusión, sino vocación pura.
Sobre las raíces imperiales británicas del sionismo político
