Cuatro grandes instituciones financieras estadounidenses, JPMorgan, BlackRock, State Street y Pimco, con billones de dólares en activos, han reducido o retirado su participación en el lobby Climate Action 100+, la mayor coalición de inversores y empresas para hacer frente al cambio climático. Las decisiones eliminan casi 14 billones de dólares de activos totales.
La medida se considera una respuesta a la presión política y reguladora, en particular por parte de los republicanos de EE.UU., que presionan contra los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Estos criterios se han convertido en un campo de batalla político, y algunos estados están estudiando leyes para restringirlos o penalizarlos.
La retirada de los gigantes financieros de Climate Action 100+ se considera un movimiento para mantener la autonomía y la independencia en la toma de decisiones relativas a los esfuerzos de reducción de emisiones. La división política en torno a las prácticas ASG se ve acentuada por las reacciones de demócratas y republicanos.
Una ausencia notable es la del segundo mayor gestor del mundo, Vanguard, que nunca se unió y, a finales de 2022, abandonó otra conocida agrupación climática, la iniciativa Net Zero Asset Managers (NZAM).