Una de las primeras medidas adoptadas por los nuevos dirigentes de Níger ha sido detener las exportaciones de uranio a Francia. Otras naciones africanas se han solidarizado con Níger y advierten que cualquier intervención militar contra este país será considerada una declaración de guerra contra ellos, lo que muestra un patrón de liberación del control francés. En medio de la postura de confrontación con Rusia en Ucrania liderada por la OTAN, Rusia ha cambiado estratégicamente su enfoque al acoger el Foro Rusia-África, un acontecimiento fundamental que marcó un cambio de paradigma en el posicionamiento internacional de Moscú. En colaboración con China, Rusia está integrando activamente a África en una novedosa estructura de desarrollo mundial centrada en iniciativas como la Iniciativa de la Franja y la Ruta y el BRICS-Plus.
Una de las primeras medidas adoptadas por los nuevos dirigentes de Níger ha sido detener las exportaciones de uranio a Francia. El ex colonizador ha dependido durante décadas de importaciones de uranio a precios abusivos para mantener en funcionamiento su red eléctrica.
La suspensión de exportaciones de uranio y oro por parte de Níger afecta a Francia y la Unión Europea, que importan una parte significativa de estos recursos, a la vez que Rusia y Kazajstán también son proveedores clave.
Francia se ha salido con la suya gracias a sobornos y, por desgracia, a la complicidad de funcionarios africanos. Nueve de cada diez nigerianos carecen de acceso a la electricidad en este país asolado por la pobreza. Esa es una de las razones por las que el golpe ha contado con un amplio apoyo popular.
Burkina Faso y Mali se han solidarizado con Níger y advierten que cualquier intervención militar contra este país sería considerada una declaración de guerra contra ellos, lo que según EIRNS muestra un patrón de liberación del control francés.
Guinea se ha sumado a la advertencia y amenaza con unirse al conflicto a favor del Consejo Militar de Níger, junto a una posible defensa de Argelia.
La próxima cumbre de los BRICS en Sudáfrica pretende debatir alternativas al dólar especulativo y ampliar la coalición de los BRICS. La oposición occidental, ejemplificada por la actitud despectiva de Victoria Nuland, del Departamento de Estado de Estados Unidos, y la presión financiera sobre las naciones, trata de disuadir este proceso transformador.