Por Mente Alternativa
Hay un mar de evidencias de que la aristocracia británica de ascendencia veneciana es y ha sido racista, usurera, parasitaria y sistemáticamente genocida a lo largo de toda la historia. Y si bien es cierto que existe un conflicto entre los nuevos príncipes y los viejos príncipes, no hacia falta que Meghan Markle y el Príncipe Harry nos lo contaran en una sesión de cotilleo con la mediática Oprah Winfrey.
Para comprender la vocación antihumana de la nobleza anglo-veneciana basta con apagar la televisión, las redes sociales y demás vehículos de propaganda, y ponerse a leer la historia revisionista de toda la era postdiluviana.
De ese modo, es mucho más sencillo dilucidar si Meghan y Harry realmente son víctimas de algo, o si nos están tomando el pelo, como es costumbre de la aristocracia.
¿Racismo de bandera falsa?
En un artículo publicado en Strategic Culture Foundation [1], Martin Jay advierte cómo la entrevista con Oprah y el consecuente escándalo “fue una aventura comercial, diseñada para recaudar decenas de millones de dólares y para promocionar a la pareja en Estados Unidos, razón por la que se rodó [ahí] en primer lugar. Las donaciones, los acuerdos para publicar libros y producir películas, y la promoción del papel de Meghan como víctima del racismo son muy rentables en Estados Unidos. Lo que nos falta es el propósito de la entrevista. Dinero. Codicia. Promoción”. Hay que ver cómo “sólo pasaron dos días antes de que apareciera una noticia casi incidental en la que se afirmaba que la pareja estaba a punto de lanzar una producción multimillonaria con películas ya contratadas por Netflix”, señala Martin Jay.
Pero, además, hay un elemento geoestratégico en todo este escándalo, que sin duda beneficia al imperio anglo-veneciano-estadounidense, que ahora podrá catapultar la popularidad e influencia de la pareja real en los Estados Unidos y usarlos como herramientas políticas. Hay que recordar que Harry eligió a Meghan, no esta a él. Y la elección de una mulata estadounidense secularizada como la mujer de un príncipe inglés sólo puede tener un propósito, como afirma el experto en criptopolítica, Daniel Estulin:
“Meghan será la responsable de los vínculos directos de comunicaciones de la Mancomunidad de Naciones post-Brexit y post-colapso.” [2]
Además, la alianza matrimonial entre Harry, como representante de la nobleza anglo-veneciana, y Meghan, como representante de las élites de Hollywood, Silicon Valley y Wall-Street, también debe interpretarse en el contexto de la alianza que acaban de refrendar los Rothschild, los Rockefeller y el Vaticano jesuita en diciembre de 2020 [3], pues es la confirmación de la unión entre las élites británicas y las estadounidenses bajo el amparo de las romanas-suizas para impulsar el Gran Reseteo y el Nuevo Orden Mundial, que vienen disfrazados de inclusivos, ecologistas, high-tech y “buena onda”, pero que en realidad son, genocidas, anti-crecimiento y sistemáticamente regresivos.
Notas
[1] Martin Jay: What’s REALLY Behind the Oprah Interview With Harry and Meghan, en Strategic Culture Foundation.
[2] Daniel Estulin: Los Secretos de los Windsor, en Ángel Metropolitano.
[3] Mente Alternativa: Los Rockefeller Y Los Rothschild Refrendan Alianza Con El Vaticano Jesuita Para Impulsar El Gran Reseteo.