Este objetivo se basa en el surgimiento del imperio anglo-americano (o nuevo imperio británico), que al incorporar a los Estados Unidos fundamenta el hecho de que será un imperio de “cerebros británicos” y “músculos estadounidenses”. Esto es sobre lo que Lyndon Larouche ha estado escribiendo durante más de 50 años y lo que el Instituto Schiller y el Movimiento LaRouche han estado enfatizando en sus consistentes escritos estratégicos, científicos y filosóficos: que el mundo fue dividido por los británicos en esferas de influencia, en bloques contendientes mediante la estrategia de divide y vencerás que ahora se llama “geopolítica”. Sin embargo, ahora mismo, gran parte del mundo les está plantando cara para evitar que eso suceda.
Por Harley Schlanger
¿Por qué el establishment angloamericano se arriesga a provocar una guerra nuclear para defender su orden mundial unipolar que se derrumba y que cada vez tiene menos apoyo en el mundo más allá del cabal de banqueros y cárteles corporativos que piensan que el orden mundial es suyo y que pueden dictar los lineamientos del llamado “orden basado en reglas”? Y más específicamente: ¿De dónde proviene el apoyo actual a este orden unipolar decadente?
Esto es el imperio británico. Esto es lo que Lyndon Larouche ha estado escribiendo durante más de 50 años. Esto es lo que hemos estado enfatizando en nuestros consistentes escritos estratégicos, nuestros escritos científicos y filosóficos, que el mundo fue dividido por los británicos en esferas de influencia, en bloques contendientes —la estrategia de divide y vencerás que ahora se llama “geopolítica”.
Esto se basa en el surgimiento del imperio anglo-americano, que al incorporar a los Estados Unidos fundamenta el hecho de que será un imperio de “cerebros británicos” y “músculos estadounidenses”.
Esto se remonta a la amenaza a este orden que surgió a finales del siglo XIX, basada en el robusto crecimiento económico del sistema americano, que superó al imperio británico hacia mediados y finales del siglo XIX —especialmente después de que el ferrocarril transcontinental de Lincoln provocara una revolución en el desarrollo industrial.
Este modelo fue seguido por Bismarck en Alemania, los franceses, los rusos y los japoneses, que empezaron a amenazar el control británico del comercio y las finanzas a través de su armada.
La idea de los corredores de desarrollo económico en Tierra era la mayor amenaza a la que se habían enfrentado. Y entonces, ¿qué hicieron? Recurrieron al desarrollo de una teoría de la geopolítica redactada por Halford McKinder que básicamente decía que “nunca se puede permitir una alianza entre las naciones eurasiáticas y las europeas”. Esa es la esencia de la llamada teoría del corazón o el pivote geográfico de la historia.
Esto fue promovido por Lloyd George y los israelitas británicos que estaban ligados a la Sociedad Fabiana y sus redes. Esto es lo que fue promovido por H.G Wells, el autor de “La conspiración abierta”, en donde esencialmente dijo que “no hay necesidad de ocultarlo, esto es una conspiración que vamos a llevar a cabo para mantener el imperio británico a cargo del mundo”.
Uno de los seguidores de esta agenda era un profesor llamado William Yandell Elliott. Probablemente muy pocos han oído hablar de él, pero el fue un operativo instrumental desplegado en los Estados Unidos en nombre de esta tradición imperial británica para la Ciudad de Londres y la inteligencia británica.
Elliott reclutó de sus clases en Harvard a toda una cuadrilla de genocidas que han sido colocados en puestos clave de poder. Puede que no hayas oído hablar de Elliott, pero sí de sus protegidos: Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, Samuel Huntington (cuya teoría del choque de civilizaciones está en el centro de la actual guerra en el suroeste de Asia), y la nueva compañera de juegos de satán, Madeleine Albright, quien fue mentora de la actual cuadrilla de asesinos, incluyendo a Susan Rice, Samantha Power, Jake Sullivan y Anthony Blinken.
La mayor parte del mundo se está moviendo ahora en contra de este orden. Aunque ellos te dicen que todo el mundo está con los EE.UU. y los británicos en la defensa del valiente pueblo de Ucrania, al que están dispuestos a matar y sacrificar con el fin de deshacerse de Putin. Así que las lágrimas de cocodrilo que escuchas de esta multitud para el pueblo ucraniano es un mero fraude, al igual que el comentario fraudulento de Blinken de que “no apoyamos el cambio de régimen” también es una fabricación típica.
la realidad es que la mayor parte del mundo se está moviendo en su contra. He aquí un ejemplo perfecto: los británicos iban a enviar una delegación a la India este último fin de semana. Pero el gobierno indio les dijo que no fueran, pues en su lugar entablarían una amplia discusión diplomática con Wang Yi, el ministro de exteriores de China.
Imaginemos que la India y China se unen, o incluso la posibilidad de que Pakistán trabaje con la India, China y Rusia. ¿Con qué propósito? Para evitar una división del mundo en bloques y en su lugar avanzar hacia algo diferente.
¿Por qué India, Brasil, Sudáfrica y Pakistán se han negado a condenar a Rusia?
En el Instituto Schiller y en la Organización LaRouche estamos reuniendo este movimiento para quitarle el poder a este Cabal criminal, comenzando con una conferencia el 9 de abril.
Hay un esfuerzo de nuestra parte para reunir a los líderes de todo el mundo, pero incluyendo a los ciudadanos comunes en este movimiento para crear una nueva arquitectura estratégica y financiera que se basa en el principio de la colaboración entre estados nacionales soberanos para el crecimiento económico y el desarrollo.
Esta es la estrategia de ganar-ganar por la que ha luchado Lyndon LaRouche durante los últimos 50 años de su vida. Este es su legado, pero es un legado que ha sido adoptado por gente de todo el mundo en oposición a las fuerzas insanas que impulsan el nuevo orden mundial maltusiano del Gran Reseteo y el Green New Deal, y que de ser necesario están dispuestos a defenderlo arriesgando una guerra nuclear para salvar el imperio.
Enlace para inscribirse a la conferencia.
Fuente:
Harley Schlanger: Why Is the Anglo-American Establishment Risking Provoking Nuclear War?
