Consejos económicos para la época de crisis sistémica (por Daniel Estulin). En las últimas dos semanas he recibido un sinfín de cartas y llamadas no sólo de los lectores y oyentes del Rincón de Estulin, sino también de personas de diferentes países que me piden que les aconseje sobre lo que va a pasar en los mercados, si vale la pena continuar invirtiendo, y, en general, ¿cómo pueden evitar perder sus ahorros en la situación actual? Es una pregunta muy difícil y me gustaría extenderme en este video blog sobre el tema.
El colapso económico ya era previsible mucho antes de que apareciera el coronavirus
Primero, la crisis era absolutamente previsible, al igual que la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Lo explico en detalle en mi libro La Trastienda de Trump.
Mucho antes de que apareciera el coronavirus, en mis libros, seminarios, conferencias y entrevistas he intentado advertir a los oyentes de que los inversores se están quedando sin tiempo de reaccionar y que los mercados —y por lo tanto las economías— también enfrentarán un gran declive, es decir, crisis, recesión y depresión como nunca antes hemos visto. Felicito a quienes me escucharon, y al resto les doy mi pésame.
El coronavirus es la cortina de humo que permitiría a la élite desgravar su responsabilidad por la deuda planetaria
En segundo lugar, la realidad es que la situación se ha desarrollado incluso en un escenario negativo mucho más rápido de lo que cabía esperar.
Por supuesto, nadie podía predecir la aparición del virus, aunque yo ya he explicado muchas veces que la élite, dado que necesita desgravar una burbuja planetaria de cuatro cuatrillones de dólares, es decir, cuatro y 15 ceros, necesitaba una evento de fuerza mayor como excusa para eliminar esta deuda impagable. Un evento de fuerza mayor puede ser una guerra termonuclear, un meteorito que golpea en la Tierra, Godzilla surgiendo desde el fondo del océano, los extraterrestres apareciendo en los cielos, o un coronavirus que permitiría a la élite tener la excusa de no pagar los cuatro cuatrillones de dólares.
El tiempo estratégico se acabó, sólo queda aplicar tácticas
Sin embargo, nos interesa otra cosa. En realidad, el tiempo de la planificación estratégica ya ha pasado. La historia terminó incluso para los líderes y gobiernos de las potencias mundiales. Esto también es absolutamente obvio. De ahora en adelante, como observamos en tiempo real, ellos mismos deben tomar decisiones exclusivamente tácticas, reaccionando sobre la marcha a los constantes cambios de los acontecimientos.
Los que dicen que estamos a punto de superar la crisis, o mienten. Por lo tanto, invertir en bonos de Estado, acciones de empresas o bonos basura hoy no tiene sentido, ya que invertir siempre supone la presencia de algún tipo de plan estratégico con horizonte de planificación bastante distante, que ahora, por razones obvias, se está volviendo absolutamente irrelevante.
No invertir en los mercados bursátiles
Repito, invertir en los mercados bursátiles de hoy es imposible porque los principales problemas, de hecho, aún están por venir.
Los que dicen que estamos a punto de superar la crisis, o mienten o no tienen ni idea de lo que están diciendo. Esto ni siquiera es el principio, es solamente el preludio, la antesala del primer acto. En mi opinión, los mercados aún no han tocado fondo y su declive, con un alto grado de probabilidad, continuará, al menos hasta que alcancen los mínimos de la crisis de 2008-2009, que todavía están muy pero muy lejos.
Y no descarto que después de haber tocado fondo, los mercados caigan en picada aún más. Desde mi óptica, cuando los mercados toquen fondo, habrán bajado 90 por ciento con respecto a los valores actuales. Sé que muchos aún no me van a creer. Pero así es la vida.
Evitar grandes inversiones en compra de moneda extranjera
En tercer lugar, no vale la pena hacer una gran inversión comprando la moneda extranjera, sean dólares USA, francos suizos o libras británicas, ya que no sabemos cuál de ellas seguirá en pie de aquí a un par de años.
Todas las discusiones sobre el mundo post coronavirus —cómo será este mundo nuevo y quién estará entre los afortunados que salieron ilesos y beneficiados de la crisis y quien, al contrario, se convertirá en el perdedor desafortunado por haber especulado mal y haber perdido una fortuna— son puras especulaciones sobre temas de actualidad que no pueden ser confirmados en este momento por datos concretos o incluso algún cálculo teórico preciso.
Los problemas de pronosticar los procesos de la economía capitalista en su conjunto, así como los mercados financieros en particular, siempre han sido el desafío para los teóricos y profesionales de la economía y las finanzas. Pero los problemas de pronosticar fallan incluso en los buenos tiempos, y se reconoce que no pueden resolverse en condiciones de caos como ocurre con el actual colapso del sistema socio económico mundial.
Comprar oro es una buena opción, pero hay un problema…
En cuarto lugar, me parece que apostar por la compra de oro físico es una buena opción. Pero os quiero avisar que los gobiernos os lo pueden quitar en cualquier momento. En primer lugar, tales precedentes ya existen en los mismos Estados Unidos. Os recuerdo que a principios de la década de 1930 todo el oro en manos de particulares fue comprado o confiscado a la fuerza por el Estado a ciudadanos a un precio fijo, y su circulación privada fue prohibida bajo pena de castigo penal. Hasta donde recuerdo, dieron diez años por violar esta nueva ley. Una caja fuerte bancaria alquilada por ciudadanos solo se podía abrir en presencia de un agente fiscal federal. La libre circulación privada de oro se permitió nuevamente sólo a finales de la década de los años cincuenta. Además, la cantidad de oro físico que existe en el mundo es generalmente muy, pero muy pequeña. Si dividiéramos equitativamente entre toda la población del planeta todo el oro extraído por la humanidad a lo largo de la historia, cada uno de nosotros tendría solamente unos 21 gramos de oro. Y si consideramos que la parte principal del oro físico se almacena en las reservas estatales, podréis sacar conclusiones por vosotros mismos.
Consejos para comprar oro físico y almacenarlo en el extranjero
No invertir en deuda pública
Otro consejo. Podría parecer que la mejor alternativa hoy sería comprar deuda pública, pero esto también es pura lotería. Y aquí tenemos el mismo problema de la imposibilidad de la planificación estratégica a largo plazo cuando es absolutamente imposible saber no solo lo que va a pasar ni cómo va a ser el mundo en cinco a diez años, sino cómo va a ser este mundo dentro de una semana.
Ser pacientes
Os aconsejaría que no se apuren ahora con la inversión y esperen hasta que la situación con el virus se aclare de una forma u otra. Tener dinero un banco es peligroso porque gran parte de los bancos dejarán de existir dentro de cinco años.
Tenemos el ejemplo de la URSS post soviética (o mejor dicho, Rusia soviética) cuando de un día para el otro 40 por ciento de mis co-ciudadanos perdimos todos nuestros ahorros. Otro ejemplo es el de los bancos de Chipre, que se salvaron expropiando los depósitos de los clientes.
Siempre resulta más difícil dar consejos generales para aquellos que ya están advertidos. Los mercados están en una situación poco envidiable de estar perdiendo 50 por ciento más del valor de las acciones, ya que no existe una receta única y no puede servir el mismo consejo para todos.
Fin del capitalismo y la nueva dictadura sin lágrimas
Estamos ante el final de ciclo de expansión infinita. Está en quiebra el sistema planetario y no solamente uno de sus sectores.
El fin del capitalismo se debe al hecho de que el dinero está perdiendo valor dando paso a la tecnología, principalmente a la ingeniería social, y en particular a las plataformas sociales que han surgido de las redes sociales y permiten que las personas sean controladas casi sin violencia. Con el tema de coronavirus, por ejemplo, estamos viendo lo fácil que es controlar a la muchedumbre.
Las personas que viven en el mundo, las plataformas sociales, toman decisiones libremente sin la más mínima coerción. Pero estas decisiones en sí mismas, como preferencias, gustos y en muchos sentidos, las emociones de estas personas, están rígidamente determinadas por el liderazgo en la sombra de estas plataformas y, sobre todo, por el Estado Profundo detrás de ellas.
Por supuesto, el mercado no desaparecerá. Pero al igual que la violencia, que fue la principal herramienta pública en la era del feudalismo y luego marginada por el mercado, quedará a la sombra de la tecnología social.
Para terminar, estamos entrando en un vórtice como ninguno de nosotros jamás hemos vivido ni jamás podríamos imaginar. Y ya está aquí. Mis mejores deseos para todos los oyentes. Cuídense, no se asusten y no se desesperen. Es vital, ahora más que nunca, tener claro cuál es vuestro camino en la vida. Tener bien clara la hoja de ruta, pensar en frío, y no dejarse llevar por las supuestas gangas económicas que os van a salir muy caras. Quédense con nosotros, porque nuestro punto de vista tiene una buena oportunidad de convertirse en su punto de apoyo en un futuro muy incierto.
Por qué el coronavirus no es la verdadera causa del colapso financiero que se aproxima
Fuente:
Daniel Estulin / Ángel Metropolitano — Consejos económicos para la época de crisis sistémica.
