En esta presentación (1), el escritor e investigador Cesáreo Jarabo revisa diversas fuentes historiográficas para trazar los vínculos de la masonería con la agenda de la aristocracia británica, así como su papel central en la operación de los procesos separatistas en el continente americano.
La investigación de Jarabo coincide con el análisis del profesor de humanidades, Dr. Paul Kindlon (2), quien ha expuesto cómo el primer intento de revolución en Rusia, en diciembre de 1825, fue realizado por masones rusos al servicio de Londres; y también coincide con el análisis del doctor en inteligencia conceptual, Daniel Estulin, quien ha explicado (3) que la masonería rusa es una sucursal política e ideológica de la masonería occidental, según documentos de archivos masónicos que cayeron en manos del Ejército Rojo y que fueron usados como material operativo de la KGB.
Daniel Estulin: La organización criminal de la masonería a partir de sus documentos
Estos tres investigadores parecen llegar a la misma conclusión: La masonería es una organización secreta de naturaleza criminal y conspiratoria anti-nacional cuya tarea principal es lograr la influencia política y el dominio de las fuerzas oscuras de la nobleza negra anglo-veneciana que operan desde la sombra con el objetivo de alienar el sistema de naciones a través del caos y el engaño para instaurar un orden mundial unipolar totalitario.
Fragmentos:
“A partir de 1730, casi ininterrumpidamente, miembros de la Familia Real fueron designados grandes maestres de la Gran Logia de Inglaterra, creando unos vínculos que difícilmente dejan discernir cuándo un acto es propio de Inglaterra o cuándo lo es de la masonería, lo que en principio hace llegar al convencimiento de que la masonería no es sino un instrumento más del Estado inglés, como lo es el ejército o la marina.”
“Una vez conseguida la paz en el reino, con lo consiguientes genocidios derivados, Inglaterra se volcó a su expansión exterior —misión en la que la masonería se significó de manera especial para difundir ideales políticos y económicos de carácter liberal a los que fueron especialmente receptivas las clases dirigentes de otros países.”
“Dentro del secretismo que inunda a esta secta y siempre basándonos más en los hechos que en las declaraciones, con el escritor quiteño Jorge Luna Yépez podemos atisbar lo siguiente. En la historia y el espíritu de la masonería pueden anotarse estos caracteres:
1. Alianza con el judaísmo y con el imperio británico.
2. Anticlericalismo y anticatolicismo fanáticos en los países latinos.
3. Oposición a las formas tradicionales de vida de estos pueblos.
4. Secretismo y espíritu de grupo o círculo.
De la relación de estos caracteres de la masonería puede deducirse el por qué de su intervención activa en la Revolución Francesa y de su apoyo a Napoléon en los primeros tiempos para luego darle la espalda y coadyuvar con Inglaterra para su caída.”
“La alianza de la masonería con Inglaterra tiene pocas dudas, ya que si desde sus principios quedaban manifiestas las alianzas, antes de finalizar el siglo XVIII, cuando era iniciado en 1787 el príncipe de Gales —el futuro Jorge IV en la Logia que ya llevaba su nombre— la iniciación fue llevada a cabo por su tío Henry Frederick, duque de Cumberland. Y no fue casualidad ni ardor juvenil esta iniciación porque en 1811 el príncipe era gran maestro de la moderna masonería constitucional inglesa.
De cara a lo que nos interesa en relación a los movimientos separatistas de América, justamente en estas fechas nos encontramos con el hecho de que Londres contaba con la presencia de Francisco de Miranda, quien crea la primera asociación secreta denominada Gran Reunión Americana, la cual llevaría a cabo una frenética actuación captando e iniciando un importante número de personas que serían significativas en el desarrollo de los procesos separatistas americanos.”
“En principio, la difusión de las ideas masónicas iba de la mano de agentes británicos que recorrían la España americana con una clara intención de espionaje que queda manifiesta en sus escritos —y curiosamente con la anuencia de la administración española. Tal es el caso de Alexander Humboldt. Pero como él, fueron otros … acudían para la creación de una estructura que ya tenía asentados los primeros pilares que no eran otros que las vecinas colonias francesas y las británicas del Caribe, donde al fin acabaría huyendo Picornell de cara a mejor organizar las estructuras.”
“Sergio Rodríguez Lascano señala la evolución hasta la creación de la Logia Lautaro. La Logia Lautaro se creó primero con el nombre de Logia de los Caballeros Racionales, en la Ciudad de Londres, en 1797. Posteriormente se convirtió en la Logia Lautaro tomando el nombre del gran luchador mapuche que en el siglo XVI organizó un levantamiento en contra de la dominación española. La ideología de dicha logia expresaba la dinámica hacia el surgimiento de una nueva hegemonía basada en una proto-burguesía criolla en América del Sur.”
“San Martín tomó parte en varias logias cuyo fin era conspirar contra España, primero en la península y luego en América. Estas logias fueron la Sociedad de Caballeros Racionales formada en Cádiz a principios del siglo XIX, la Sociedad de Caballeros Racionales trasladada a Londres en 1810, la Logia Lautaro de Buenos Aires creada en 1812, la Logia del Ejército de los Andes ó 2ª Lautaro formada en Mendoza en 1816 y la Logia Lautarina de Chile creada para apoyar al gobierno de O’Higgins en 1818. Todas estas circunstancias sin embargo son obviadas por muchos patriotas luchadores por la reconstrucción de la hispanidad que se obstinan en ver en San Martín un héroe. Pero al respecto, el nombre de San Martín permanece en las referencias masónicas de forma reiterada incluso después de su muerte y por circunstancias que al fin les resultan ajenas. Zapiola, que fue secretario de la Logia Lautaro, aparecía años más tarde en distintos lugares masónicos. La Gran Logia Central lo reconoció en 1860 como uno de los fundadores de la de la masonería en tierras de América. Y a su muerte en 1874, el Gran Maestre Nicanor Albarellos dictó un decreto de honores por el ilustre hermano que nos dio la libertad junto al gran iniciado general de San Martín. La masonería estaba enquistada en los órganos del poder y en las élites separatistas. También es cierto que en el mundo británico la misma masonería ocupaba esos mismos puestos. Entonces, ¿qué diferencia hay entre una y otra? Parece evidente que la masonería ideológica estuvo siempre al servicio de la corona británica desde la entronización de Jorge I en 1714. Por el contrario, los servicios prestados a España fueron destinados exclusivamente a combatir su unidad y el espíritu de su obra universal.”
“La masonería así había creado el caldo de cultivo de la Revolución Francesa y tenía ya actuando a sus agentes para la consecución de su objetivo principal: el dominio del imperio español. Así, del mismo modo que nadie puede decir que los ejércitos británicos como tales participaron en el expolio, nadie puede decir que la masonería británica fue la responsable del mismo. Y es que debemos convenir que la independencia hispanoamericana estuvo promovida y organizada por Inglaterra a través de los masones criollos a quienes había adiestrado convenientemente en la misma Inglaterra —justo en unos momentos en que España e Inglaterra estaban aliadas en su lucha contra Napoleón. Por eso, en América, Inglaterra utilizaría su brazo secreto —la masonería— y con ella abriría el camino para el expolio del continente.
“Tema curioso es el caso qué en carta que el libertador [Simón Bolívar] le dirige al general Santander el 21 de octubre de 1825, llegó a tildar a todos los que formaban parte de la misma masonería como malditos y charlatanes. Posteriormente, el 8 de noviembre de 1828, el libertador emitió un decreto prohibiendo su funcionamiento en Colombia, alegando que las sociedades secretas servían solamente para preparar los trastornos públicos turbando la tranquilidad y el orden establecido, que ocultando ellas todas sus operaciones con el velo del misterio hacen presumir fundadamente que no son buenas ni útiles a la sociedad. Este decreto fue promulgado un mes y trece días después del atentado en Bogotá contra Bolívar en la noche del 25 de septiembre de 1828, luego de haberse publicado en el órgano de la logia de esa ciudad una nota que decía: ‘Puede ser que Obando haga con Sucre lo que nosotros no pudimos hacer con Bolívar’. Efectivamente, Sucre fue asesinado el 4 de junio de 1830 a los 20 meses y nueve días después del atentado contra Bolívar en Berruecos, 13 leguas al norte de Pasto en Colombia, bajo la responsabilidad de personas que pertenecían a la francmasonería. Parece que la masonería no admite la menor disidencia. Y si fue por guardar las apariencias o por sentimientos verdaderos no lo sabremos nunca.”
Referencias:
(1) Cesáreo Jarabo, en Hijos Biónicos: La masonería y los procesos separatistas en América por Cesáreo Jarabo.
(2) Paul Kindlon, en Russia Insider: The Origins of Russian Freemasonry. Traducción al español por Mente Alternativa.
(3) Daniel Estulin, en Angel Metropolitano: Masonería secreta en la historia de Rusia.