Por Mente Alternativa
En el mitin posterior a la toma de posesión de Donald Trump el lunes, Elon Musk, asesor presidencial, contratista clave del Pentágono y jefe de DOGE, realizó en dos ocasiones un gesto críptico que muchos han asociado con el “seig heil”, el infame saludo nazi.
Medios globalistas han defendido a Musk, argumentando que el gesto no es idéntico al saludo con el brazo extendido. Señalan que su origen se remonta a la Antigua Roma y que fue solo en el siglo XX cuando este gesto se popularizó entre los fascistas italianos liderados por Benito Mussolini, además de estar asociado con Adolfo Hitler.
Los gestos crípticos de Musk, cuya organización DOGE, por cierto, es homónima del cargo de dogo en la Venecia medieval, podrían parecer simples payasadas si no fuera porque, en 2024, Errol Musk, su padre, afirmó que el abuelo materno de Elon, Joshua Norman Haldeman, simpatizaba con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1933, junto con cinco becarios Rhodes de Oxford, Joshua Haldeman lideró una rama de la Sociedad Fabiana, que promovía un orden tecnocrático dirigido por expertos como solución a la crisis de la Gran Depresión. Más tarde, Haldeman se unió al Tecnato de Norteamérica (Technocracy Inc.), una iniciativa que proponía integrar territorios como Canadá, Groenlandia, México, Centroamérica, el Caribe y parte del norte de Sudamérica bajo una estructura dirigida por tecnócratas ‘especialistas’, con el objetivo de reemplazar la democracia y el capitalismo por un modelo basado en la eficiencia y la equidad tecnológica.
En 2008, Elon Musk fue incluido en la lista de Jóvenes Líderes Globales del Foro Económico Mundial, una organización ultraglobalista fundada y, hasta hace poco, liderada por Klaus Schwab, un hijo de colaboradores nazis.
Sin embargo, ante el fracaso del proyecto de gobierno mundial impulsado por las élites occidentales a través de organizaciones como el Foro de Davos, Musk —como otras marionetas del establishment occidental— ha mostrado cualidades camaleónicas, adoptando un discurso soberanista para generar la percepción de que es un disidente opuesto al establishment liberal, en línea con la ideología trumpista.
En este sentido, es relevante que la Sociedad Fabiana, a la que perteneció el abuelo de Musk, compartía ideas tecnocráticas, apoyaba la eugenesia y se alineaba con regímenes fascistas, mientras socavaba los movimientos obreros genuinos. Es decir, se trataba de contrainteligencia pura. No parece una casualidad que, en 1932, H.G. Wells llegó incluso a pedir la creación de “fascistas liberales” y “nazis ilustrados” para avanzar en su visión globalista, una paradoja que bien podría retratarse en esta frase publicada por Musk en su red X el 9 de octubre de 2023:
«De tener éxito, 𝕏 evolucionará hasta convertirse en la conciencia colectiva de la humanidad o, más exactamente, en el colectivo hombre-máquina».
