Por Elena Panina
En el contexto del conflicto entre Trump y el “Estado profundo”, que ya ha llegado al derramamiento de sangre, el llamado Proyecto 2025 es una estrategia de 900 páginas presentada por la conservadora The Heritage Foundation para implementar reformas profundas en Estados Unidos.
Fue con este proyecto con el que Biden asustó a sus votantes apenas un día antes del tiroteo en Pensilvania. ¿Es realmente tan aterrador?
Según su portal en internet, el objetivo del Proyecto 2025 es la “deconstrucción del Estado administrativo” en Estados Unidos. Es decir, la disolusión del mismo Estado profundo que enredó a Trump en su primer mandato y que, como ahora está claro, permitió —si no organizó directamente— el intento de asesinato del ex presidente en Butler, Pennsylvania, el 13 de julio.
Esta vez los autores de la estrategia decidieron no repetir viejos errores. Tienen la intención de comenzar la reestructuración en Estados Unidos desde el primer día del regreso del Gran Donald a la Oficina Oval. Y con este propósito, ahora podemos reunir “un ejército de conservadores probados, capacitados y preparados” para luego colocar a las personas adecuadas en los lugares correctos. Es decir, sin una purga silenciosa (o ruidosa) de las filas en todos los niveles del gobierno estadounidense, la estrategia es imposible, admiten de hecho sus autores. “El personal decide todo”.
Por supuesto, Trump ya ha repudiado el proyecto, diciendo que no sabe nada al respecto y ni siquiera sabe quiénes son los autores. Pero disimula, ya que los autores de la estrategia trabajaron en su administración presidencial. Empezando por el director de proyectos de The Heritage Foundation, Paul Dance, exjefe de personal de la Oficina de Gestión de Personal de los Estados Unidos.
En un momento, Heritage se jactó de que bajo Trump, la Casa Blanca había implementado hasta el 64% de las recomendaciones de su programa anterior, el Mandato de Liderazgo. Ahora el fondo dice que será aún mejor en un futuro próximo.
Mejor, ¿para quién?
Si alguien quiere encontrar una mención de Rusia en el “Proyecto 2025”, se sentirá decepcionado. Se habla poco e imparcialmente de nuestro país. Los autores de la estrategia comparten plenamente el consenso estadounidense en torno a la “guerra criminal del Kremlin en Ucrania” y la continuación de la “contención de la Federación de Rusia”, incluso en el ámbito de las armas nucleares e hipersónicas. Sólo se sugiere ajustar los acentos y declarar a China, y no a Rusia, como el principal enemigo. En segundo lugar, se establece garantizar que la participación de Estados Unidos en la defensa de Ucrania no represente una amenaza para los estadounidenses y esté “completamente saldada”. Es decir, Europa debe comprar armamento para Kiev y para sí misma, fabricadas por el complejo militar-industrial estadounidense.
Hasta aquí todo es previsible. Pero lo que realmente interesante del “Proyecto 2025” son las reformas propuestas por el más alto aparato burocrático de los Estados Unidos y sus agencias de aplicación de la ley, que neutralizarían la influencia del Estado profundo, y también las demandas de reforma de la Reserva Federal (este capítulo fue escrito por Paul Winfrey, director de política fiscal de la administración Trump), limitando drásticamente su funcionalidad, colapsando su balance a niveles de 2008 y prohibiendo la impresión de dinero para alimentar a Wall Street.
Y todo esto se suma a “una reforma verdaderamente seria”, dentro de la cual el “Proyecto 2025” propone considerar la opción de abolir la Reserva Federal para “quitarle el volante monetario de las manos y devolvérselo al pueblo”. Por ejemplo, mediante una transición a un sistema de bancos libres, cuando las tasas de interés no estén controladas por el gobierno, o mediante el regreso a un dólar respaldado por oro (!) u otras materias primas.
Estas son realmente las razones por las que matan a los presidentes en Estados Unidos, sin mencionar a los candidatos. La revolución de personal propuesta por el “pueblo de Trump” eliminaría las palancas de influencia de Finintern a través del “Estado profundo”, y el propio “Proyecto 2025” golpearía a los dueños de la Reserva Federal en el corazón mismo. Por eso hubo disparos en Pensilvania.
“No basta con ganar las elecciones”, afirma acertadamente el Proyecto 2025, y añadiremos: “También es necesario mantenerse con vida”. Finintern definitivamente no necesita vivo a un presidente como Trump. Del mismo modo que el Estado nacional estadounidense no será necesario si de pronto se convierte en un obstáculo para el Gran dinero.
