Por Andrei Fursov
El siglo XXI será muy duro para la gente que se niega a ver el aumento de los fenómenos de crisis. Yo esto lo llamo el “síndrome de Sidonio Apolinario”. A principios del siglo V, en Roma vivía un hombre llamado Sidonio Apolinario. En una sus cartas escribe a un amigo, y voy a parafrasear el sentido de lo que él dice, apegándome al texto original.
“Vivimos en una época maravillosa, reina la paz y la tranquilidad; yo estoy sentado junto a la piscina de mi villa, una libélula se posa sobre el agua, este es un mundo hermoso.”
Unos años después, Alarico conquistó y quemó Roma. Y unas décadas después, Roma se derrumbó. Es decir, la ceguera de Apolinario, en parte es por ignorancia, en parte por simple negativa a ver y a comprender.
En cuanto a la situación actual, cuando la gente dice “pero sí todo está bien, estamos seguros”, no toman en cuenta que el mundo está absolutamente interconectado y en el mundo hay cada vez más conflictos. Y, además, esta situación sigue empeorando.
En El Señor de los Anillos, Tolkien describe la imagen de “una cortina de oscuridad que se levanta sobre el mundo”. Y en el mundo real, lo que está sucediendo ahora es una acumulación cuantitativa de tendencias negativas. En algún momento, la cantidad se transformará en calidad. Y, en general, los eventos históricos ocurren muy rápido.
La abuela de una amiga mía le dijo una vez: “No puedes imaginar lo rápido que se desplomó la NEP (1). Hasta antes del almuerzo todas las tiendas estaban abiertas, y después del almuerzo todo estaba cerrado”. La gente esperaba la Revolución de 1917, la guerra de 1914 y la Gran Guerra Patria, pero llegaron de forma muy inesperada. Por eso, a las personas que piensan que “todo está bien”, si les es más fácil vivir así, ¡que así sea! Pero la factura vendrá muy dura después, porque los desastres suelen llegar de forma repentina. No en vano se dice “quien está prevenido, está armado”. Ojalá todo transcurra sin problemas. Pero lo más probable es que todo sea de otra manera. Y que ocurra muy pronto.
Para vivir en condiciones difíciles, no solo hay que analizar y comprender las tendencias (esto es imprescindible), hay que estar, en general, físicamente preparado para las privaciones. Todo el siglo XXI estará marcado por luchas a todos los niveles: dentro de la élite, entre la élite y la clase media, entre la clase media, las clases bajas y la élite, y dentro de las clases bajas. Esto es característico de los Tiempos Oscuros. Además, se suma una enorme masa de migrantes, y comienza el “movimiento browniano”, del que hay que saber cómo aprovecharse.
En los próximos 20-30 años, lo que nos une es que queremos quedarnos en la Historia como quienes somos. Como portadores de un determinado código cultural y civilizacional que tiene mil años o un poco más, y que quieren arrebatarnos, junto con nosotros mismos.
Sobre el autor
Andrei Fursov es filósofo, historiador, miembro de la Academia Internacional de Ciencias (Innsbruck, Austria), director del centro de estudios rusos de la Universidad Humanitaria de Moscú, director del Instituto de Análisis Sistémico-estratégico, Jefe del Departamento de Asia y África INION RAN, y jefe del Centro de Metodología e Información del Instituto de Conservadurismo Dinámico.
Notas a pie de página
1. La Nueva Política Económica (NEP) fue una política económica que se implementó en la Unión Soviética (URSS) en 1921. Su objetivo era mejorar la situación económica del pueblo tras la guerra civil rusa.
