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La única forma de cambiar el ADN humano es con ingeniería genética

Cambiar el ADN no es posible sin ingeniería genética artificial, explica el catedrático Carlos Delfino, mientras desmonta la farsa de la epigenética que se está propagando en muchos medios que hablan y escriben sobre el tema de la conciencia. Las emociones humanas sólo pueden afectar el ambiente celular donde reside el ADN, pero no la estructura misma del ADN. Y esto no quiere decir que el ADN no pueda ser cambiado de manera artificial, sino que para ello se necesita ingeniería genética muy avanzada. De hecho, hay evidencia de un sistema algebraico computacional incrustado en el ADN humano, con muchos algoritmos y de una complejidad que al momento no puede ser hecho por esta humanidad considerando el nivel de la ciencia actual, que muestra que nuestro ADN fue intervenido en la prehistoria. Sin embargo, también se está propagando desinformación en internet para hacer creer a la gente que el ser humano nunca fue genéticamente editado.

 

La genética es un área de la ciencia difícil y controvertida, le faltan unos sesenta años a los occidentales respecto a los rusos para tomar posturas científicamente fundamentadas y no basadas en creencias y/o especulaciones. Existen presuposiciones totalmente contrarias a los últimos descubrimientos rusos, flotando en Internet y hasta con libros publicados que son, por no decirlo de otra manera, de dudosa procedencia científica. Al respecto, me pondré a la búsqueda de informes de investigación de diseños experimentales empíricos en las correspondientes revistas especializadas.

El ADN humano no es fácil de cambiar y mucho menos de sobrescribir para mejorar tu vida o para sanar enfermedades; ni con palabras positivas, ni con cambios de conducta, ni con emociones de placer cerebrales como afirman los que mal interpretan la epigenética de Bruce Lipton, que en sus propias palabras dice: “El amor realmente nos hace más saludables, más felices y más longevos.” Pero Lipton no habla del ADN sino de las condiciones celulares.
Aunque también es cierto que no se refiere al amor, sino al enamoramiento que no tiene nada que ver. Se comprobó que el enamoramiento es un amor químico que solo puede durar, en el mejor de los casos, 3 años. Bruce le llama “el efecto luna de miel” y no se refiere, insisto, a que se pueda sobrescribir el ADN sino a las condiciones celulares de los enamorados.
Lo que lamento comunicarles, es que esa mejora celular (no genética) tiene fecha de caducidad. No se debe confundir enamoramiento con verdadero amor. Además, el llamado enamoramiento es igual a estar totalmente drogado, con drogas naturales ¡Pero bien drogado! Y Lipton, peligrosamente, iguala enamoramiento con amor, que es un sentimiento consciencial de alta frecuencia y no una respuesta química. Eso va contra todos los estudios realizados al momento.
Helen Fisher, por ejemplo, dedicó 30 años a experimentar con el enamoramiento y llega a la misma conclusión que la mayoría: el enamoramiento ni siquiera se puede considerar una emoción, “El amor romántico es impulso fisiológico más que emoción.”
¿Cuándo vamos a entender que tenemos un cerebro inconsciente, con sus centros emocionales también inconscientes? Esos sí que determinan nuestra conducta y salud. Para peor, a ese inconsciente no se llega con nada según la actual neurociencia, a menos que quede alguien que aún prefiera poner por encima de los últimos descubrimientos del siglo XXI, las afirmaciones freudianas del siglo XIX.
Lo que presento aquí, es una cita tomada del informe directo de la famosa investigación que se realizó en el año 2012, luego publicada en 2013, en la República of Kazakhstan, ex-Unión Soviética a cargo del astrobiólogo Maksim Makukov y el matemático Vladimir Scherbak, las citas entre paréntesis son de los mismos autores:
Los logros recientes en biotecnología permiten emplear ADN genómico como almacenamiento de datos más duradero que cualquier medio actualmente utilizado (Bancroft et al., 2001; Yachie et al., 2008; Alenberg y Rotstein, 2009). Quizás la aplicación más directa para eso fue propuesta incluso antes del advenimiento de la biología sintética. Teniendo en cuenta los canales alternativos de información para SETI, Marx (1979) señaló que los genomas de las células vivas pueden proporcionar una buena instancia para eso. También señaló que aún más durable es el código genético. Expuesto a una fuerte selección negativa, el código permanece sin cambios durante miles de millones de años, excepto en casos raros de variaciones menores (Kinich et al., 2001) y expansiones dependientes del contexto (Yuan et al., 2010). Y, sin embargo, el mapeo entre codones y aminoácidos es maleable, ya que interactúan a través de moléculas modificables de tRNA y aminoacil-tRNA sintetasas (Giegé et al., 1998, Ibba y Söll, 2000; ver también el Apéndice A). Esta capacidad de reasignar codones, que se cree subyace en la evolución del código a la optimización multinivel (Bollen Bach et al., 2007), también permite modificar el código artificialmente (McClain y Foss, 1988; Budisa, 2006; Chin, 2012).” (Vladimir I. shCherbak and Maxim A. Makukov. Department of Mathematics, al-Farabi Kazakh National University, Almaty, Republic of Kazakhstan e-mail: [email protected] bFesenkov Astrophysical Institute, Almaty, Republic of Kazakhstan e-mail: [email protected], [email protected] ).
Como podemos ver muy claramente, la única manera de alterar el ADN humano es de manera artificial con ingeniería genética y, una vez modificado, esa estructura se “cierra”, por así decirlo y se convierte en la forma más eficiente de guardar información en todo el universo y preservarla por períodos de tiempo de escala cósmica.
En occidente, hay una técnica, desde hace una década atrás, que todavía se considera en etapa experimental, es decir que no se usa con personas, que consiste en manipular un virus ADN y usarlo como mensajero de información genética para, presuntamente, solucionar problemas genéticos hereditarios, se llama “terapia génica” y todavía no está al alcance de la población mundial.
Peter Gariaiev, desde su laboratorio en el Instituto de Genética Quantum, en Moscú, ha logrado algunas cosas que parecen funcionar y puedo asegurar no fueron las “ranas” convertidas en “salamandras”, como han publicado la mayoría, “ESO ES UNA LEYENDA DE INTERNET” asegura el mismísimo Gariaiev en una entrevista realizada por un amigo estadounidense que nos costó mucho traducir (el camarada se niega a hablar en inglés y quien lo traducía no tenía las más mínima idea sobre temas científicos). Es famoso por estar totalmente en contra de los experimentos transgénicos.
Lo que sí hace con su método es regenerar órganos o tejidos dañados o enfermos. Pero esto no se hace ni en casa, ni en cualquier tipo de laboratorio, pues se necesitaría un equipamiento del nivel con el que se trabaja en el Instituto Quantum: primero “escanean” tejido de un cosanguíneo, luego lo descodifican y, finalmente lo convierten en una onda portadora de información genética que solo funciona para ese individuo. Allí sí pueden ser grupos de palabras, pero no de cualquier palabra, puede ser una onda electromagnética o también, luz láser.
Es cierto también que heredamos características genéticas de nuestros ancestros, pero de ninguna manera me afecta a mí la conducta que mis abuelos tuvieron en su vida. Por el simple hecho que ya sabemos que desde el cerebro no tenemos libre albedrío, que es el enorme inconsciente quien toma la decisión mucho antes que la pequeña conciencia activada en el cerebro y, nosotros, nos venimos a enterar de esa decisión cuando pasa por esa zona consciente. Así que ni mis ancestros tuvieron la culpa de lo que hacían.
Desde nuestro punto de vista, a nivel conductual, heredamos tendencias a través de la genética, pero esto no tiene porqué determinar nuestra conducta, por la existencia de dos métodos. Existen técnicas de control mental desde mediados del siglo XX, que se basan en las característica de nuestro casi totalmente inconsciente cerebro y lo “engañan” por así decirlo, poníendolo de nuestra parte. Por mencionar alguna, el cerebro no entiende de tiempos (cronestesia cerebral), en otra nota contaré esa historia, ni tampoco puede reconocer la ficción de la realidad. El solo recuerdo de una situación dolorosa, hace que el cerebro mande la orden y se segreguen las mismísimas sustancias (adrenalina, cortisol, etc.), que se segregaron en esa oportunidad, tal vez hace veinte años. El cerebro cree que lo estoy viviendo ahora.
Asimismo, se utilizan visualizaciones ficticias, para que el cerebro crea que lo estoy viviendo realmente, con resultados impresionantes, pero cuidado, lo que se altera es la conducta de corto plazo, no se modifica ningún ADN. Les pediría que piensen cuándo fue la última vez que vieron a una persona cambiar rasgos o tendencias hereditarias por modificación del ADN.
Son extremos que no caben en una ciencia tan compleja y aún en pañales, en especial en occidente, como la genética. Que el ADN no se sobrescribe es un hecho científico, me decía un genetista que alguna vez leyó una publicación de 2015, cuando todavía defendía la epigenética.
Lo que heredamos son tendencias. Vuestro servidor proviene de dos familias italianas, donde todos los varones fueron grandes bebedores de vino. Tengo una clara tendencia al alcoholismo, incluso por educación, en la mesa de mi padre se prohibían los refrescos azucarados y carbonatados (jarabes inmundos les decía), solo se tomaba vino o agua, o una mezcla de ambos líquidos.
No obstante, hace tantos años que no pruebo una gota de ningún alcohol que hasta perdí la cuenta, son tendencias que sí existen pero que no tienen porqué dominarte y la solución definitiva que ofrece VIDA COHERENTE, no es otra que expandir la conciencia. Si tomas conciencia de tus tendencias, nunca te van afectar los errores vivenciales de tu abuelita… ¡Ni de la mía!
¿Por qué mejor no las dejamos en paz? La muerte es un cambio de estado, ella es un alma diferente a la tuya que sí te heredó rasgos físicos, por supuesto y algunas tendencias conductuales o propensión a enfermedades específicas, todo lo cual se puede sanar desde la conciencia… Si no te gusta meditar, también puedes ir con Gariaiev, pero necesitarás una fuerte suma de dinero.
¿Quiéres saber cómo logramos lo mismo que Gariaiev, con retraso del envejecimiento incluído y de manera accesible para todas las economías? Contáctanos en: vidacoherenteonline.com
También es aconsejable que no te pierdas los programas de los jueves 14:30 hora México, donde podrás ver los resultados concretos de VIDA COHERENTE ¡Te prometo que te vas a sorprender!

 

¿Intervención o panspermia dirigida?: El origen extraterrestre del genoma humano

 

Fuente:

Carlos Enrique Delfino — Ni la epigenética malinterpretada ni mi abuelita.

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