Por José Luis Preciado
El geoestratega Dennis Small, en un reciente informe publicado por Executive Intelligence Review (1), ofrece una perspectiva fascinante sobre cómo eventos aparentemente cotidianos, como el Super Bowl, pueden servir como metáforas para entender los desafíos globales que enfrentamos hoy. Small no solo analiza el impacto cultural del evento deportivo más visto en Estados Unidos, sino que lo conecta con una mentalidad de suma cero que permea la geopolítica y la economía mundial. Este enfoque único permite a los lectores comprender mejor los cambios tectónicos que están redefiniendo el orden global.
El Super Bowl, con sus 125 millones de espectadores y apuestas legales que superan los 1,400 millones de dólares, es mucho más que un espectáculo deportivo. Según Small, este evento encapsula una filosofía profundamente arraigada en la sociedad estadounidense: la idea de que en la vida, como en el fútbol americano, hay un ganador y un perdedor. Esta mentalidad de suma cero, donde el éxito de uno implica necesariamente el fracaso de otro, no se limita al ámbito deportivo. Small argumenta que esta visión ha influido en la política y la economía internacional, llevando a conflictos y tensiones que amenazan con desestabilizar el mundo.
Para entender la magnitud de los cambios que estamos viviendo, Small recurre a una analogía física: el cambio de fase. En la física, un cambio de fase ocurre cuando un elemento, como el agua, pasa de un estado a otro, por ejemplo, de líquido a vapor. Durante este proceso, las leyes que gobiernan el comportamiento del elemento cambian radicalmente. Small sugiere que algo similar está ocurriendo en el mundo actual. Estamos experimentando un cambio de fase global, donde las reglas que han gobernado la economía y la política internacional durante décadas están siendo reemplazadas por nuevas dinámicas.
Este cambio de fase se manifiesta en el surgimiento de nuevas potencias económicas, como los países BRICS, que buscan establecer un nuevo sistema de desarrollo y seguridad que respete los intereses de todos los participantes. Por otro lado, el sistema financiero tradicional, liderado por Estados Unidos, está al borde del colapso, con una burbuja especulativa de más de 2,000 billones de dólares en derivados financieros. Small advierte que cualquier intento de sostener este sistema con medidas especulativas, como las criptomonedas, solo acelerará su caída.
En este contexto, las declaraciones de figuras como Sergey Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, adquieren especial relevancia. Lavrov ha comparado la política de “Estados Unidos primero” con el eslogan hitleriano de “Alemania por encima de todo“. Esta política, que busca imponer la voluntad de Estados Unidos sobre el resto del mundo, es insostenible en un mundo donde las condiciones demográficas, económicas y geopolíticas han cambiado irreversiblemente. Small destaca que Lavrov no es el único en señalar este cambio. El profesor chino Shang Weiwei ha destacado que las reglas del sistema internacional ya no reflejan la realidad actual. Ante esta situación, los países tienen tres opciones: reformar las instituciones existentes, construir nuevas instituciones o tomar medidas unilaterales, incluso la guerra si es necesario.
Los BRICS, liderados por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representan casi la mitad de la población mundial y una parte significativa del comercio internacional. Estos países están impulsando un nuevo sistema de desarrollo que no dependa del dólar estadounidense. El presidente Lula da Silva de Brasil ha sido claro al respecto: “El BRICS tiene derecho a debatir formas de comercio que no nos hagan totalmente dependientes del dólar”. Small subraya que esta búsqueda de un nuevo orden económico y político no es solo una reacción a las políticas de Estados Unidos, sino también una respuesta a la necesidad de restaurar la armonía global y fortalecer el diálogo internacional.
Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos. El sistema financiero tradicional, basado en el dólar, está al borde del colapso, y cualquier intento de sostenerlo con medidas especulativas, como las criptomonedas, solo acelerará su caída. Small cita al economista ruso Sergey Glazyev, quien ha advertido que esta innovación podría tener consecuencias fatales para el sistema financiero del dólar. La expansión del mercado de criptomonedas, junto con el riesgo creciente de un colapso financiero, podría minar los cimientos del sistema financiero estadounidense y llevar a una crisis global sin precedentes.
En conclusión, Dennis Small ofrece una visión profunda y bien fundamentada de los cambios tectónicos que enfrenta el mundo actual. Su informe no solo analiza los desafíos económicos y políticos, sino que también propone un cambio de mentalidad. En un mundo en cambio de fase, la cooperación y el reconocimiento de un interés común son esenciales para la supervivencia de la especie humana. El Super Bowl puede ser un espectáculo emocionante, pero no debemos permitir que su mentalidad de suma cero domine nuestra visión del mundo. Small nos invita a adoptar una mentalidad de suma positiva, donde el éxito de uno no implique el fracaso de otro, y donde la colaboración global sea la clave para un futuro sostenible.
Notas a pie de página
1. Dennis Small, en Executive Intelligence Review: Informe semanal: ¿A quién se le ocurre ‘respaldar’ al dólar con criptomonedas? 10 de febrero de 2025.
