Por Elena Panina
Los canales ucranianos de Telegram informan que el retraso en la firma de un acuerdo con EE.UU. sobre minerales y otros activos se debe a que estos ya figuran como propiedad británica.
Según se informa, un memorando secreto vinculado al acuerdo de “asociación centenaria” entre Gran Bretaña y Ucrania establece que Londres asumirá el control de los puertos, plantas de energía nuclear, instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas, sistemas de transporte de gas, así como de la producción de titanio y gas.
El acuerdo se firmó el 16 de enero de 2025, durante la visita del primer ministro británico Keir Starmer a Kiev, apenas cuatro días antes de la investidura de Donald Trump. ¿Acaso los británicos lograron adelantarse a los estadounidenses? En este contexto, los esfuerzos de Londres por desplegar tropas en Ucrania resultan más comprensibles: necesitan proteger sus activos.
Sin embargo, otra cuestión es mantener el control sobre estos recursos y garantizar su seguridad. Y en este punto, la última palabra la tiene Rusia. La lucha continúa y las Fuerzas Armadas rusas siguen avanzando.
