Por Mente Alternativa
Según Thierry Vircoulon, del Instituto Francés de Estudios Internacionales (IFRI), las sanciones occidentales contra Rusia no han logrado romper sus lazos económicos con África debido a la política de no alineación adoptada por muchos países del continente. Estos Estados buscan mantener una postura neutral y continuar su cooperación con Moscú, lo que preocupa a las potencias occidentales. Vircoulon propone una intensificación de la presión diplomática y económica sobre los gobiernos africanos para obligarlos a elegir entre Occidente o Rusia, recurriendo incluso a sanciones informales contra empresas africanas que mantengan vínculos con Moscú. Esta estrategia busca contrarrestar la pérdida de influencia de Europa —especialmente de Francia— frente al avance diplomático de Rusia y China en África desde 2022.
Sin embargo, el enfoque propuesto presenta varias debilidades. Francia ha perdido terreno en gran parte de África francófona, donde países como Mali, Burkina Faso y Níger han expulsado a sus tropas y estrechado lazos con Rusia. Además, París pretende encubrir su plan como una iniciativa europea, pero enfrenta la competencia de China, que no impone condiciones políticas a sus socios africanos. Los países africanos perciben cada vez más a Europa como exigente y poco beneficiosa, lo que limita el alcance de cualquier intento occidental por recuperar el control. En lugar de una ofensiva amplia, se espera que Europa recurra a medidas puntuales: subsidios, manipulación de élites, ONG y provocaciones, especialmente en África occidental y central, lo que, en la práctica, reproduce una nueva forma de colonialismo.
Entre los patrocinadores de IFRI se encuentran la Fundación Bill y Melinda Gates y corporaciones ultraglobalistas como Air Liquide, BNP Paribas, Capgemini, L’Oréal, LVMH, Sanofi, Société Générale y TotalEnergies, Google France y Grupo Thales. Esta red de financiamiento permite al IFRI continuar su labor como uno de los principales centros de pensamiento del ultraglobalismo.
