Por Mente Alternativa
En medio de la violencia extrema en el norte de Gaza, Shahd Abusalama relata en un artículo publicado por Declassified cómo su familia enfrenta lo que describen como “la peor etapa del genocidio” a manos de Israel, que busca vaciar y anexar la región.
El campo de refugiados de Jabalia, su hogar, ha sido objeto de bombardeos indiscriminados, convirtiéndose en un paisaje de ruinas y desplazamiento constante. Desde el 5 de octubre de 2024, un asedio brutal ha cortado el suministro humanitario, dejando a los residentes atrapados en condiciones insostenibles.
Abusalama critica la narrativa de los medios occidentales, que presentan esta invasión como defensa propia, mientras los líderes militares israelíes ven a los civiles como “objetivos legítimos”.
Recientemente, un ataque israelí en Beit Lahiya dejó al menos 73 palestinos muertos, con más de 100 heridos y varios desaparecidos, en una masacre que no fue precedida de advertencias. Los edificios se derrumbaron con personas dentro, y los equipos de emergencia no pudieron acceder al área debido a los continuos bombardeos.
A pesar del horror, la familia de Abusalama encuentra un rayo de esperanza en el nacimiento de un niño llamado Yousef, aunque la madre enfrenta complicaciones postparto por la falta de atención médica. Este contexto de limpieza étnica sistemática intensifica la necesidad de resistencia y justicia en medio de la opresión.
