Trump no es la causa, sino una mera consecuencia de los cambios tectónicos globales ante una gran coyuntura de la Historia

Como advierte el geoestratega Dennis Small, de Executive Intelligence Review, Donald Trump es insignificante como causa de los profundos cambios estratégicos que enfrenta el mundo; su papel es meramente el de un efecto y, en cierto grado, un catalizador. Los verdaderos motores de esta transición histórica, comparable al paso del medioevo a la modernidad, son el colapso del sistema financiero internacional especulativo de Londres y Wall Street, y el ascenso del bloque BRICS, que desafía siglos de colonialismo y exige soberanía. Aunque el delirante Trump se autopercibe como un protagonista enviado por Dios, los cambios actuales trascienden su figura, redefiniendo las bases económicas, políticas y sociales del sistema global.