La autoproclamación de Donald Trump como Rey de Israel, además de cínica, es relativa y simboliza la síntesis de una agenda dialéctica que esbozaremos a continuación.
….like he’s the King of Israel. They love him like he is the second coming of God…But American Jews don’t know him or like him. They don’t even know what they’re doing or saying anymore. It makes no sense! But that’s OK, if he keeps doing what he’s doing, he’s good for…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 21, 2019
Trump como Rey de Israel
“Nunca en mi vida imaginé que un presidente de los Estados Unidos en funciones se pondría de pie para auto-proclamarse como Rey de Israel, es decir, Rey de los judíos, declarando su primera lealtad a Israel y a los más de 500,000 estadounidenses con doble ciudadanía”, escribe Sami Jamil Jadallah, un veterano de guerra de origen palestino-estadounidense que sirvió al ejército de los Estados Unidos de 1966 a 1968. Por supuesto, agrega Jamil Jadallah, “Trump declaró esto como un desafío a la comunidad judía estadounidense que en su mayor parte es ‘demócrata’, alentándola a abandonar el Partido Demócrata y unirse a su Partido Republicano como partido de la ‘Comunidad Judía’.”
De cualquier modo, la autoproclamación de Donald Trump como Rey de Israel, además de cínica, es relativa y simboliza la síntesis de una agenda dialéctica.
Históricamente, las motivaciones políticas que se ocultan detrás del judaísmo explican la necesidad de crear, instituir e imponer tantas mentiras como sea necesario para dominar y controlar a quienes están en la mira de los tres proyectos globales que han usado el judaísmo como bandera falsa y que compiten entre sí. Es así que los judíos no son un grupo del todo homogéneo.
Actualmente, uno de esos proyectos globales “judíos” está siendo desmantelado y sacrificado como chivo expiatorio, y eso explica el ataque de Trump como rey de Israel (derecha) contra la facción demócrata (izquierda). Y es que más allá de todo lo que se oculta tras las declaraciones de los actores de ambas facciones, opera el poder global que ha controlado el mundo desde hace milenios y que dirige las notas de esta cacofonía, desde la sombra, con el fin de desmontar el sistema actual y echar hacia delante su agenda de control a través del caos, haciendo creer además a la gente que todo es parte de una profecía sagrada.
En cuanto al paradigma de izquierda versus derecha, también es totalmente artificial. Ambas facciones están controladas por las fuerzas oscuras: “Como ya dije hace años, las familias de la Nobleza Negra y los jesuitas están sacrificando a las facciones Rothschild y Rockefeller para sobrevivir intactas a la transición, y la actual división política cumple exactamente ese propósito”, escribe The Portal. Y uno podría argumentar que técnicamente hay dos facciones entre estos ocultistas: los satanistas (derecha/Vaticano) y los luciferinos (izquierda/Rothschild). Pero una vez que la cacofonía está en marcha, solo un psicópata apreciaría la sutil diferencia, pues todas estas facciones/cultos de élite están interrelacionados, aunque a veces a lo largo de la historia han estado en desacuerdo e incluso en guerra entre sí por el poder, como ocurre ahora mismo con Trump como Rey de Israel instando a los judíos demócratas a cambiarse a su bando.
Israel, una historia de mentiras
Históricamente, las motivaciones políticas que se ocultan detrás del judaísmo se explican en base a la necesidad de crear, instituir e imponer tantas mentiras como sea posible para dominar y controlar a quienes no son parte de cualquiera de los proyectos globales judíos.
Según la ciencia genética, el 97% de los judíos en la Tierra no son semitas, y arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv han confirmado que Moisés jamás existió, y que todos los personajes anteriores al rey David (1000 a.C.), fueron en su mayoría héroes nacionales falsos creados con el fin de dar cohesión a un pueblo totalmente dividido.
Además, el revisionismo histórico ha revelado que los judíos no son un grupo homogéneo y que hay facciones judaicas antagónicas entre sí. Pero, además, “ir de judíos por la vida” le ha servido a ciertas facciones de la élite como una coartada perfecta para dirigir sus proyectos de control global a través del caos.
Talmudistas, cabalistas y sionistas
En “Política del cielo: Los Seis proyectos globales que controlan el mundo”, Daniel Estulin, respalda la idea de que los judíos no son un grupo homogéneo, y distingue “tres grupos distintos que están en guerra entre sí y que dicen ser cada uno descendiente de uno de los hijos de Noé”:
1. Jásidas cabalistas esenios (Londres – Nueva Jerusalén)
Nueva Jerusalén (Londres) es un proyecto de dos contornos con cambio del petrodólar al yuan de oro y del Atlantismo a la Zona Pacifica, formando la alianza Rothschild-Corona Británica-China.
Los cabalistas están llevando a cabo su proyecto de 3,000, guiando el futuro a través del conflicto y desmontaje de la masoneria (liberales) y la aristocracia (conservadores).
En 2012, el portavoz de B’nai B’rith y los Rothschild, Henry Kissinger, dijo que en diez años Israel (sionistas) iba a dejar d existir. ¿Por qué dijo eso? Israel es creación de Churchill y Stalin, y según los cabalistas sólo el Mesías puede crear Israel.
2. Talmudistas fariseos (Nueva York)
Los judíos talmudistas son fariseos y forman la base conceptual del globalismo moderno que hoy está representado por la díada de poder anglo-americano con sede en Nueva York (respaldado por el Partido Demócrata). En la política están conformados por los Masones-Illuminati, el grupo Rockefeller y George Soros. En las finanzas ellos representan el modelo banquero liberal financista y su herramienta es el petrodólar.
El modelo económico de expansión sin límite de los Rockefeller claudicó en 2012 en favor de los Rothschild y su modelo patrón oro. Y así empezó la reorganización de alianzas.
Los Rockefeller (banqueros) perdieron en 2012 y se quitaron de en medio. Los Rothschild (oro, plata, diamantes, drogas) ganaron y por eso todo se dirige hacia el patrón oro respaldado por recursos naturales.
3. Sionistas saduceos (Jerusalén, Vaticano. Nobleza Negra)
Donald Trump —respaldado por los republicanos neoconservadores y por los Rothschild—, es una creación del Internacional Negro, que incluye al Vaticano (sionista). Es por eso que sionistas, evangelistas y cabalistas ven a Trump como Rey de Israel y como “el elegido” y quieren que construya el Tercer Templo de Jerusalén.
En cuanto al Internacional Negro (nobleza negra), su sistema veneciano de poder oligárquico sigue siendo el mismo, con líneas de sangre que se remontan a la Antigüa Roma y Egipto (y algunas fuentes dicen que hasta la Atlántida). Ellos son los creadores del monoteísmo tal cual lo conocemos hoy (Islam, Judaísmo y Cristianismo fueron los primeros tres proyectos globales).
El Nuevo Testamento fue una creación del Imperio Romano durante el Egipto Ptolemaico y su escritura fue encomendada a una hermandad de eruditos egipcios mejor conocidos como sacerdotes de Serapis (que eran judíos de 4a generación), pues la coyuntura política de la época demandaba poner orden urgente y crear una religión de Estado que ellos pudieran controlar. Es por eso que el Jesús de los evangelios fue inventado en base al dios egipcio Horus (también llamado Si-Osiris, hijo de Osiris), como ha comprobado el egiptólogo y teólogo Dr. Llogari Pujol.
Luciferinos y satanistas vinculados a Israel
En cuanto al paradigma de izquierda versus derecha, ha señalado The Portal, es totalmente artificial. Ambas partes están controladas por las fuerzas oscuras:
“Como ya dije hace años, las familias de la Nobleza Negra y los jesuitas están sacrificando a las facciones Rothschild y Rockefeller para sobrevivir intactas a la transición, y la actual división política cumple exactamente ese propósito.”
“La izquierda política (controlada por los Rothschild) está más inclinada hacia el luciferismo libertario que se basa en un profundo malentendido oculto sobre el uso del libre albedrío (Thelema), que interpretan como el permiso para hacer lo que quieran con propósitos egoístas. Los luciferinos son marginados de las escuelas de misterios que no pasaron las pruebas de iniciación.”
“La derecha política (controlado por el Vaticano) está más inclinada hacia el satanismo, que adora de manera oculta a la oscuridad como un principio. Ellos creen en el libre albedrío como un sacrificio a esa oscuridad.”
Todas las sociedades secretas de élite están interrelacionadas, como se muestra en este mapa, aunque a veces a lo largo de la historia han estado en desacuerdo, e incluso en guerra entre sí por el poder.
Fuentes:
Sami Jamil Jadallah — Trump; King of Israel.
Daniel Estulin — Política del cielo: Los Seis proyectos globales que controlan el mundo.
Mente Alternativa — ¿Quiénes son realmente los judíos?
Mente Alternativa — Arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv afirman que Moisés no existió.
Mente Alternativa — Investigación científica revela que la identidad del Jesús bíblico fue copiada del dios Horus de los textos egipcios.
Mente Alternativa — Sephirot: El mapa del culto faraónico de la muerte.

