Por Gretchen Small
Los resultados de las elecciones nacionales anunciadas el lunes en India, miembro clave de los BRICS y el país más poblado del mundo, devolvieron a la coalición que respalda al Gobierno del Primer Ministro Narendra Modi la mayoría de la Lok Sabha (la cámara baja, pero decisiva, del Parlamento indio), con 294 de los 543 escaños. Modi será ahora Primer Ministro por tercer mandato consecutivo. Sin embargo, a su partido, el BJP, no le fue tan bien como Modi había proyectado, perdiendo la mayoría absoluta en la Lok Sabha.
Lo que los indios decidan hacer tras el vuelco electoral es cosa suya y está por verse, pero las hienas del «orden basado en reglas» no perdieron tiempo en anunciar que contemplan la oportunidad de sembrar el caos para que India aprenda a «quedarse en su sitio».
La City de Londres se apresuró a declarar que Modi estaba «debilitado» y «humillado» y, por tanto, vulnerable a sus presiones. «Un sorprendente resultado electoral en India humilla a Narendra Modi», rezaba el titular de un informe de The Economist del 4 de junio.
El pistoletazo de salida pronosticaba que «en lugar de un gobierno de hombre fuerte, se avecina una incierta era de gobierno de coalición». The Economist parece especialmente ansioso por descubrir que los planes de Modi de «renovar las políticas destinadas a impulsar la industria manufacturera, incluido el emblemático plan de subsidios industriales del gobierno» pueden volverse «complicados».
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Fuente:
Gretchen Small, en EIR: London Eyes India’s Election Results as New Chance to “Extract Its Pound of Flesh”. 5 de junio de 2024.