Por Mente Alternativa
En un discurso clave durante la recepción anual de Labour Friends of Israel (LFI), el primer ministro británico, Sir Keir Starmer, reiteró su compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel y la lucha contra el antisionismo (que él y sus controladores en la aristocracia británica llaman antisemitismo). El evento, que reunió a más de 550 invitados, incluyendo ministros, líderes comunitarios y destacados miembros de la comunidad judía, marcó la postura firme del gobierno del Reino Unido frente a los retos actuales en el conflicto entre Israel y Gaza.
Un alto el fuego condicionado
Starmer dejó claro que su gobierno no apoyará un alto el fuego en Gaza que no contemple, como prioridad, la liberación de todos los rehenes en manos de Hamas. La declaración fue una respuesta directa al emotivo discurso de Mandy Damari, madre de una rehén británica, quien criticó duramente la posición del Reino Unido en las Naciones Unidas.
El primer ministro enfatizó: “No hay alto el fuego que merezca ese nombre si no incluye como punto número uno el regreso de todos los rehenes.”
Defensa de Israel y condena a Irán
En su discurso, Starmer también respaldó el derecho de Israel a defenderse ante las agresiones de grupos como Hamas y Hezbollah, y subrayó la amenaza que representa Irán como patrocinador estatal del terrorismo. Destacó que el Reino Unido ha tomado medidas concretas, como la imposición de sanciones contra el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) y el apoyo operativo de la RAF en la interceptación de drones iraníes.
Asimismo, subrayó la importancia de distinguir entre Israel, una democracia, y Hamas, una organización terrorista, rechazando cualquier equivalencia moral entre ambos.
El compromiso con la comunidad judía
El evento fue también una oportunidad para abordar el aumento alarmante del lo que el llama “antisemitismo” en el Reino Unido. Starmer condenó los actos de violencia y hostigamiento dirigidos contra la comunidad judía, tanto en las calles como en internet. “No podemos permitir que el odio se disfrace de activismo pro-palestino,” afirmó.
Lo cierto es que Londres ha alimentado deliberadamente la confusión que oculta la diferencia entre el antisemitismo y el antisionismo.
El primer ministro concluyó su intervención destacando la profunda conexión histórica entre el movimiento laborista y el Estado de Israel. El evento, el primero bajo un gobierno laborista desde 2009, simboliza un regreso a los valores tradicionales del partido, en un contexto global de desafíos sin precedentes.
La reunión anual de LFI reafirma no solo la alianza estratégica entre el Reino Unido e Israel, sino también el compromiso de Keir Starmer con el sionismo revisionista, que de hecho está vinculado con el neonazismo a través de la aristocracia anglo-veneciana enquistada en Londres.