Por Executive Intelligence Review
Se ha perdido tanto empleo, riqueza y acceso a los alimentos en todo el mundo desde el comienzo de 2020, y los grandes bancos centrales y los gobiernos transatlánticos han impreso tantos billones en nueva deuda y moneda sin crear un solo proyecto productivo o empleo, que ahora estamos en las primeras etapas de una fuerte inflación que se dirige a una explosión hiperinflacionaria. Podríamos escapar de eso, por supuesto, podríamos ver la “burbuja de todo” hiperinflada de la deuda corporativa y la valoración de las acciones colapsar en su lugar, en un choque peor que el de 2008. En Yemen, en África oriental y en los países del Sahel, los niños están desnutridos o se mueren de hambre debido a las guerras, las pérdidas de cosechas y el cierre de las fronteras; pero la producción de alimentos no está aumentando en los países desarrollados, sino que se está suprimiendo.
¿Y la alternativa? Estados Unidos puede poner el capital que tanto necesita en la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China y en los proyectos de exportación de energía nuclear de Rusia, por ejemplo, mientras colabora con Canadá para construir plantas nucleares de última generación en el hemisferio occidental, incluido Estados Unidos. Hay que duplicar la producción mundial de alimentos, y eso significa acabar con los grandes bancos y los cárteles alimentarios para liberar más crédito para las explotaciones familiares de alta tecnología. Los sistemas hospitalarios modernos son necesarios en decenas de naciones mucho más que en Estados Unidos, donde son necesarios. Ninguna de estas misiones “desviará fondos productivos” porque el dinero que se está imprimiendo es todo improductivo.
El pasado mes de mayo el movimiento LaRouche publicó “Cómo reiniciar la economía de Estados Unidos: El mundo necesita 1.500 millones de nuevos empleos productivos”. Debían provenir de las mayores misiones productivas a las que se enfrentan las principales naciones del mundo hoy en día: las descritas anteriormente, y el desarrollo de las principales cuencas fluviales del mundo como la Autoridad del Valle del Tennessee desarrollada por FDR. Especificamos las misiones productivas para 50 millones de esos nuevos empleos productivos en los Estados Unidos durante la próxima generación.
Esta movilización productiva podría evitar una quiebra financiera que, de otro modo, estaría prevista. Pero no se ha producido ninguna movilización desde que lo expusimos en ese Informe Especial. Lo que vemos es un enfrentamiento bélico extremadamente peligroso entre esas naciones. Un informe del New York Times del 7 de marzo que es cierto y cita a altos funcionarios de Biden en algunos casos por su nombre, vislumbra a las tres principales potencias nucleares sufriendo importantes ciberataques y respondiendo con ciberataques de represalia contra los sistemas vitales de cada una de ellas. Estos datos se basarían en informes de inteligencia dudosos sobre estas intrusiones cibernéticas, y ya vimos cuán dudosos pueden ser en los infames cuatro años de “rusificación” de la Administración Trump. De cualquier forma, todo esto puede llevarnos fácilmente a un enfrentamiento “prebélico” entre las grandes potencias.
Los constantes ataques mediáticos a lo McCarthy contra los “enemigos” China y Rusia, ¿son imposibles de superar? Cuando el senador McCarthy denunció a los “comunistas con carné” en los años 50, ¿se creyó algo? Por supuesto que no; buscaba un filón político. Cuando el Secretario de Estado Pompeo insiste en que China produjo el virus COVID para someter al mundo, y que todos los estudiantes chinos en Estados Unidos son espías, ¿usted realmente le cree? Quizá no tanto como él cree que esa mentira podría hacerle presidente. Cuando un funcionario chino afirmó que el COVID fue creado en Fort Detrick, en Maryland, o ciertos funcionarios rusos y chinos dijeron que las vacunas fabricadas en Estados Unidos no eran saludables, ¿la gente lo creyó? No lo hicieron. A los ciudadanos no les interesa creer en la versión del “enemigo”.
Lo importante son las acciones: Hay que detener las confrontaciones más peligrosas de la “línea roja”, como los ataques cibernéticos a gran escala y las guerras permanentes, e iniciar acciones de colaboración económica y cultural. Estas pueden sacarnos del colapso económico y salvar vidas en todo el mundo.
Matthew Ehret: El verdadero EEUU es compatible con la Iniciativa del Camino y Ruta de la Seda china
Fuente:
Executive Intelligence Review — The Choices: Hyperinflation, Financial Crash—or Major Powers Cooperate for Worldwide Recovery. Marzo 9, 2021.
