Por Mente Alternativa
Desde su primer mandato, Donald Trump ha sido objeto de tácticas británicas para influenciar su política exterior, particularmente con el exembajador Sir Kim Darroch en el centro de estas maniobras, como documentó EIR.
Durante los primeros meses de la administración Trump en 2017, el polémico “dossier” de Christopher Steele intentó desacreditarlo. Simultáneamente, Darroch, entonces embajador británico en EE.UU., trabajaba para socavar y limitar la autonomía de Trump en política internacional. En 2019, Trump respondió retirando a Darroch de su puesto tras filtraciones comprometedoras.
Actualmente, Darroch se presenta como experto en Trump, publicando opiniones sobre su estilo de liderazgo y sugerencias para gestionar la relación con EE.UU. En un artículo reciente, Darroch indicó que “hablar claro” a Trump genera respeto.
Sin embargo, su interés por la política estadounidense parece incluir una insistencia en guiar a EE.UU. hacia conflictos geopolíticos, especialmente con Irán y en la guerra de Ucrania. Las motivaciones de Darroch sugieren que su objetivo continúa siendo alinear a EE.UU. con la política exterior británica, advierte EIR.