En el marco estratégico actual se está configurando una “tormenta perfecta” que se espera que ocurra en las próximas semanas y meses. La OTAN, liderada por el Reino Unido y Estados Unidos, busca un enfrentamiento directo con Rusia en Ucrania, así como la expansión en el Pacífico. También se espera una escalada de la guerra financiera y otras formas de conflicto contra el Sur Global en los próximos meses, mientras la City de Londres y Wall Street intentan destruir a aquellos países que abandonen el sistema financiero de Occidente y se unan a la nueva arquitectura financiera liderada por el BRICS-Plus. En medio de este contexto, la Cumbre del BRICS en Sudáfrica en agosto podría ser un punto de inflexión en la búsqueda de una nueva arquitectura global de desarrollo y una nueva moneda común.
Por EIRNS
Algo así como una proverbial “tormenta perfecta” se está configurando en el marco estratégico para suceder en las semanas y meses que tenemos inmediatamente frente a nosotros.
Primero: La OTAN, encabezada por el Reino Unido y Estados Unidos, se encamina hacia una colisión frontal con la Rusia nuclear en el teatro de operaciones de Ucrania. La cumbre de la OTAN que se celebrará los días 11 y 12 de julio en Vilna, Lituania, está preparada para incorporar de facto a Ucrania a la OTAN, dejando los detalles de la adhesión para más adelante, suponiendo que haya “más adelante” algún tipo de después en el que Occidente juegue con Rusia a ver quién gana la carrera nuclear.
Segundo: La expansión provocadora de la OTAN hacia el teatro de operaciones del Asia-Pacífico ha alcanzado un punto álgido, como quedó patente en el reciente Diálogo de Shangri-La del IISS (“la principal cumbre de seguridad y defensa de Asia”, como les gusta llamarla a sus organizadores del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, IISS, con sede en Londres), con las maniobras navales de Estados Unidos contra China en el estrecho de Taiwán, programadas para subrayar el mensaje.
Tercero: En los próximos tres meses, antes de la cumbre del BRICS que se celebrará del 22 al 24 de agosto en Sudáfrica, se prevé una fuerte escalada de la guerra financiera y otras guerras relacionadas contra el Sur Global, mientras la City de Londres y Wall Street intentan destruir a cualquier nación que se atreva a abandonar el barco del Titanic financiero de Occidente —que se hunde irremediablemente— y unirse a la nueva arquitectura financiera que está surgiendo en torno al BRICS-Plus.
En ese respecto, tomemos en consideración los acontecimientos más recientes en torno a Rusia, Argentina y Turquía.
El Consejo de Seguridad Nacional de Rusia emitió una declaración el 3 de junio en la que declara que su máxima prioridad es “desarrollar medidas encaminadas a bloquear los intentos occidentales de escenificar una crisis económica en Rusia, que conlleva la amenaza de inestabilidad social en el país”. El Presidente Vladimir Putin también está sopesando las consideraciones de seguridad de participar en la cumbre del BRICS a finales de agosto en Sudáfrica, dadas las amenazas de arrestarle, o algo peor, dada la orden espuria del Tribunal Penal Internacional (TPI) en su contra.
Argentina enfrenta una guerra financiera y fuga de capitales, junto con las exigencias del FMI de una austeridad mortal, mientras intenta mantenerse con vida estableciendo importantes acuerdos comerciales y de inversión basados en yuanes con China y con su vecino Brasil.
El nuevo ministro de Finanzas de Turquía, Mehmet Simsek, antiguo estratega de bonos de Merrill Lynch, anunció que Turquía volvería al redil del “cumplimiento de las normas internacionales”, aumentando drásticamente las tasas de interés nacionales supuestamente para hacer frente a su inflación del 40%, mientras que Goldman Sachs anunció la intención de los banqueros de utilizar la fuga de capitales para forzar una devaluación del 33% de la lira turca.
Mientras tanto, Rusia, Argentina y Turquía, como la mayoría de los países del Sur Global, trabajan sin descanso para establecer acuerdos comerciales y de inversión en moneda local con China y otros países, con el fin de eludir el estrangulamiento financiero y las sanciones que les impone el sistema basado en el dólar de Londres. La Cumbre del BRICS en Johannesburgo, del 22 al 24 de agosto, muy bien podría ser un punto de inflexión decisivo en el esfuerzo para concebir una nueva arquitectura global de desarrollo, con la característica incluida de una nueva moneda común.
“Va a ser un período de cambios bruscos y repentinos”, dijo hoy Helga Zepp-LaRouche a sus asociados. No esperen una extrapolación lineal de los acontecimientos actuales; es muy probable que se produzcan cambios bruscos, algunos para mejorar, y la mayoría quizás para empeorar. Pero esos cambios tan drásticos también crearán las condiciones para organizar una movilización de masas mucho mayor contra la amenaza de guerra nuclear y a favor de un nuevo orden económico mundial.
“Nos estamos adentrando en el más tormentoso de los períodos”, dijo Helga Zepp-LaRouche, pero esto también puede significar que habrá un estallido repentino de oposición a las políticas actuales, “si es que hacemos bien nuestro trabajo”, terminó diciendo.
La próxima Conferencia Internacional del Instituto Schiller, que se llevará a cabo el 10 de junio, por internet, “¡El mundo necesita la visión de paz de JFK!”, será un punto de encuentro internacional inmediato para estas iniciativas, junto con las jornadas internacionales de acción que se celebrarán en torno a la conferencia.
En este enlace lee la invitación y regístrate para recibir el modo de escuchar la interpretación al español por Zoom: [https://es-schillerinstitute.nationbuilder.com/conferencia_10062023]
EIR pronostica tres meses de intensificación de la guerra financiera contra los BRICS
Fuente:
EIRNS: Las turbulentas semanas que se avecinan. 6 de junio de 2023.
