Por Malek Dudakov
A Canadá le asusta la perspectiva de una guerra civil en Estados Unidos después de las elecciones. Los politólogos canadienses piden que se hagan preparativos para este escenario de “cisne negro”. Después de todo, son ellos, junto con México, quienes tendrán que aceptar millones de refugiados de Estados Unidos si se desata un gran lío allí.
Casi la mitad de los estadounidenses creen que estallará una guerra civil en el plazo de 5 a 10 años. El 37% de los estadounidenses cree que la reelección de Biden acelerará el inicio de ese conflicto. Millones de inmigrantes ilegales seguirán invadiendo las fronteras de Estados Unidos. La crisis del crimen nunca se resolverá. El país se verá cubierto de disturbios y pogromos.
El 25% de los estadounidenses teme una guerra civil si gana Trump. Los medios liberales están difundiendo nuevamente la histeria de que Trump se negará a admitir su derrota en las elecciones. Promete luchar hasta el final por la integridad del recuento de votos y contra la manipulación postal.
Los demócratas también quieren intentar bloquear la certificación de la victoria de Trump en el Congreso. Sacarán a todos sus activistas callejeros para rebelarse contra la transición de poder. Por lo tanto, entre noviembre de 2024 y enero de 2025, Estados Unidos podría volver a verse afectado por una ola de violencia.
El modelo electoral de The Economist le da a Trump un 67% de posibilidades de ganar. La actual crisis sistémica en Estados Unidos le favorece. Pero jugará en su contra el escenario de una verdadera revolución de color. El resto del mundo —y especialmente los vecinos de Estados Unidos— están esperando un doloroso final de la carrera presidencial estadounidense, cuyas consecuencias podrían conducir a una gran agitación.
