Por Mente Alternativa
La Corporación RAND, uno de los centros de pensamiento más influyentes del complejo militar-industrial estadounidense, ha publicado un análisis estratégico (1, 2) que desnuda los verdaderos objetivos de Washington: preservar la hegemonía estadounidense mediante la confrontación directa con Rusia. Los analistas de RAND, con satisfacción apenas disimulada, aseguran que el conflicto en Ucrania ha debilitado los vínculos de Europa con Rusia y China, y ha brindado a Estados Unidos una oportunidad única para consolidar el vasallaje europeo bajo el liderazgo de la OTAN. Según sus propias palabras, este conflicto servirá para “retrasar el objetivo ruso y chino de crear un mundo multipolar”.
Para los estrategas de RAND, este resultado es una victoria geopolítica que compensa el coste de “sangre y tesoro” invertido en el conflicto. El informe sostiene que Europa ha roto definitivamente su relación pragmática con Rusia para alinearse plenamente con la política de confrontación dictada por Washington. En este escenario, Rusia deja de ser vista como un simple rival estratégico y pasa a considerarse la mayor amenaza directa para los intereses occidentales.
Pero RAND no se detiene ahí. En sus proyecciones, anticipa una futura guerra entre la OTAN y Rusia que no será una simple repetición de Ucrania, sino un conflicto de gran escala que implicará la movilización total de recursos, ataques en todos los dominios —incluyendo el espacio y el ciberespacio— y acciones directas contra infraestructuras críticas y centros de decisión enemigos. La supremacía aérea será una prioridad absoluta para la OTAN, con el fin de romper posibles estancamientos.
El informe también expone los temores ocultos de Washington: el uso de armas nucleares tácticas por parte de Rusia, una posible retirada estadounidense de la OTAN, la desestabilización interna de Rusia —lo que, paradójicamente, podría ser más peligroso que beneficioso— y la percepción global de una debilidad psicológica de Estados Unidos si el conflicto se basa demasiado en drones en lugar de soldados reales.
Las recomendaciones de RAND al gobierno estadounidense son claras: reforzar la OTAN, reestructurar el complejo militar-industrial para producir armas baratas en masa, prepararse para una guerra de información total y perfeccionar las sanciones económicas. Además, subrayan la importancia de desarrollar armas autónomas bajo el concepto de “enciéndelo, olvídate y volará solo”.
El análisis de RAND confirma que el conflicto en Ucrania no fue un accidente, sino parte de una estrategia deliberada para mantener la hegemonía estadounidense a cualquier precio, incluso al riesgo de una guerra total. Esta lógica hegemónica, disfrazada de defensa de los “valores occidentales”, no solo pone en peligro a Europa, sino que amenaza con llevar al mundo a un conflicto irreversible.
Notas a pie de página
1. Bryan Frederick, Alexandra T. Evans, Mark Hvizda, Alisa Laufer, Howard Wang, Samuel Charap, Krystyna Marcinek, Howard J. Shatz, Khrystyna Holynska, David A. Ochmanek, et al., en Rand Corporation: The Consequences of the Russia-Ukraine War, 22 de mayo de 2025.
2. Mark Hvizda, Bryan Frederick, Alisa Laufer, Alexandra T. Evans, Kristen Gunness, David A. Ochmanek, en Rand Corporation: Dispersed, Disguised, and Degradable: The Implications of the Fighting in Ukraine for Future U.S.-Involved Conflicts, 22 de mayo de 2025.
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