Por LaRouche PAC
El mundo se encuentra en una encrucijada, cuyo camino depende en gran medida de la lucha para anular el fraude de la elección presidencial en los Estados Unidos y procesar a los criminales globalistas que han hecho la guerra tanto a los Estados Unidos como a las naciones de todo el mundo. Su desarrollo a gran escala en infraestructura, tecnologías modernas de fabricación, y ciencias e inventos de frontera, como el nuestro, ha sido estrangulado por las mismas fuerzas oligárquicas derrotadas por la Revolución Estadounidense: el imperio anglo-holandés. Para mostrarles lo que es posible cuando domina el optimismo tecnológico, la fuerza desatada por nuestros padres fundadores y por los esbozos de Lyndon LaRouche de los proyectos de desarrollo en todo el mundo, echen un vistazo a la nueva esperanza para Iraq ilustrada ayer en una entrevista publicada en el sitio web del Instituto Schiller.
La campaña del Presidente ha ganado una batalla judicial en Pensilvania, ha conseguido que los senadores del estado de Michigan pidan una auditoría completa de los votos en ese estado antes de que se certifiquen las elecciones y ha presentado más de 100 declaraciones juradas adicionales en casos legales en curso. Cada día trae más pruebas de irregularidades electorales y nuevos denunciantes que testifican sobre actividades ilegales en la elección. El sábado, los partidarios de Trump se reunirán en Washington, D.C. y en todo el país, desafiando la cultura de la “cancelación” y la increíble censura fascista resultante y las amenazas de violencia contra el Presidente y sus partidarios por parte de las nuevas tropas de asalto que dominan los medios de comunicación y las salas de juntas de las empresas.
En medio de estos útiles acontecimientos, la contraparte está difundiendo paja, en forma de “pruebas” falsas o sin sustento, diseñadas para desviar la atención y deslegitimar los llamamientos a “detener el robo”. El Fiscal General de Michigan ha asumido la responsabilidad de amenazar con un proceso penal contra quienes publiquen lo que ella, en su sabiduría infalible, considera que es información “intencionadamente engañosa”.
El Presidente ha pasado a controlar directamente el Pentágono, librándolo de las fuerzas de la Resistencia y la sedición y, con toda probabilidad, arrojando la luz del sol sobre un frente importante en el golpe de estado en curso contra él. Este es el centro de una batalla total para terminar con el cautiverio de los Estados Unidos como la fuerza militar que hace cumplir las políticas coloniales de Wall Street y la Ciudad de Londres en todo el mundo. El nuevo Secretario de Defensa en funciones Christopher Miller ha traído al Coronel retirado Douglas Macgregor como asesor político principal. Macgregor es conocido como un disidente militar y un firme partidario del Presidente Donald Trump, y se cree que ha sido traído para acelerar la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y posiblemente también de Siria. Otras sacudidas en el Pentágono están aterrorizando al establishment de Washington con el temor de que Trump se mueva rápidamente para desclasificar documentos para llegar al fondo del Rusiagate. La eliminación de los orígenes del golpe contra su presidencia proporcionará una poderosa comprensión de la operación del fraude electoral que exige una investigación.
Sustituyen a los golpistas del Pentágono con personas que denunciaron el Rusiagate
Los imperialistas británicos, a su vez, están entusiasmados con la perspectiva de una presidencia de Biden. En un artículo publicado el jueves, el jefe de Chatham House-el Instituto Real de Asuntos Internacionales- sostiene que la “defensa de la democracia” internacionalmente sería el pegamento para cimentar la relación especial entre EE.UU. y el Reino Unido bajo una presidencia de Biden. Los intereses oligárquicos británicos están ansiosos por asegurar que los EE.UU. se alineen nuevamente para defender el “orden democrático liberal” posterior a la Segunda Guerra Mundial, que se está desmoronando a un ritmo acelerado. Biden, hablando en Chatham House en 2018, instó a que los Estados Unidos y el Reino Unido “se unan para contrarrestar la alternativa autoritaria” a la “democracia” (y las guerras) de la Relación Especial. Esto, por supuesto, junto con las llamadas políticas de “Gran Reseteo” de los banqueros centrales del mundo cuyas políticas de Finanzas Verdes serán implementadas religiosamente por su sirviente hombre hueco Joe Biden, usando como pretexto la “emergencia” del COVID; el eslogan de la campaña de Biden “Reconstruir mejor” es, en realidad, la marca de marketing de esta campaña a nivel internacional.
El colapso del sistema británico de financiarización económica, guerras geopolíticas y estafas “verdes” diseñadas para prevenir el desarrollo no es el único sistema en el mundo. Liberada de aspectos de esta perspectiva, la economía de los EE.UU. vio leves mejoras bajo Trump.
Los desarrollos alrededor del mundo muestran el potencial del nuevo paradigma de desarrollo económico cooperativo entre estados naciones soberanas que está barriendo el mundo.
Irak —una nación devastada por la bárbara guerra de Irak de 2003— está preparada para construir una plataforma de infraestructura moderna a través de un sistema de crédito hamiltoniano que se hizo posible gracias a la financiación china. El acuerdo mediado por Casa Blanca de septiembre entre Serbia y Kosovo puso el desarrollo económico como el primer punto para alcanzar una paz duradera en la región. De manera similar, el acuerdo de paz mediado por Rusia de Azerbaiyán y Armenia puede aportar un potencial económico significativo a la región.
Para que el mundo realice plenamente el potencial de un renacimiento económico que vaya mucho más allá de mejoras graduales se requiere el método económico que desarrolló Lyndon LaRouche, de gobiernos soberanos que logren plataformas de infraestructura cualitativamente superiores (incluida la infraestructura social) para que sirvan de sustrato para el aumento de la productividad física, anclado en la inversión acelerada en nuevas fronteras de la ciencia y la tecnología, sobre todo en el espacio y la fusión nuclear.
Fuente:
LaRouche PAC — The Turning Point: World Green Fascism or Development, the Name for Peace.
