Las élites saben que las ideas son más poderosas que las armas, y para que que sus ideas sean aceptadas, ellos tienen que moldear y controlar las mentes de las personas para deformarlas a tal punto que terminen aceptando sus objetivos imperialistas, incluso en el ámbito de la ciencia.
En este vídeo, el Dr. Daniel Estulin observa y critica el sistema aristotélico desarrollado por los anglosajones desde la Segunda Guerra Mundial para idiotizar a la gente a través de la propaganda, la televisión y el lenguaje con el que se presentan las cosas para introducir cambios paradigmáticos en la mente colectiva.
En contraparte, históricamente, la lucha por preservar la lengua platónica como piedra angular de las repúblicas y estados-nación soberanos, se remonta a Dante Alighieri, quien intentó inventar una lengua creativa, capaz de resucitar las ideas más profundas del pensamiento humano.
Alighieri se suicidó cuando la banca se hundió por culpa de las familias venecianas Bardi y Peruzzi. Si Dante no hubiera tenido el don de dominar la lengua italiana, tomando más de un millar de dialectos locales, no habría existido el Renacimiento italiano ni se habría impreso el espíritu creativo plasmado por Petrarca en sus sonetos, y más tarde por Bocaccio en el Decaméron, que fueron fundamentales para fomentar la capacidad humana de plantear hipótesis, de razonar con creatividad, permitiéndole a la gente desarrollar la capacidad de sobrevivir al pesimismo cultural derivado de la peste negra y otras catástrofes manufacturadas por la nobleza negra veneciana.
De esta forma, la lengua creada por los poetas levantó el ánimo de una población que hasta entonces estaba dominada por la ignorancia y aplastada por el poder.
Fuente:
Daniel Estulin, en Ángel Metropolitano: El lenguaje de los idiotas.
