Por Mente Alternativa
El periodista y analista político Robert Inlakesh, en un reciente artículo para MintPress News, revela movimientos militares críticos que podrían redefinir el escenario geopolítico en Oriente Medio. Según su investigación, Estados Unidos ha desplegado seis bombarderos B-2 Spirit y cuatro B-52 en la base de Diego García, un territorio británico en el Índico a solo 3,500 km de Irán. Este despliegue de bombarderos EE.UU. Irán, oficialmente justificado como “protección de fuerzas”, coincide con inteligencia que sugiere que Israel prepara un ataque contra instalaciones nucleares iraníes 27.
Claves del despliegue militar
Los B-2, capaces de portar armas nucleares y evadir radares, no requieren despliegues avanzados para operar globalmente. Su presencia en Diego García —junto a cazas F-15E— indica una preparación para escenarios de escalada. Analistas señalan que el Pentágono anticipa que la base podría convertirse en un objetivo en un conflicto abierto, dada su proximidad a Irán 2. Paralelamente, CNN reportó interceptaciones de comunicaciones israelíes que confirman ejercicios aéreos y movimientos de municiones especializadas, interpretados como pasos previos a un ataque 710.
Diplomacia fracturada y advertencias iraníes
Mientras el gobierno de Donald Trump negocia un nuevo acuerdo nuclear con Irán, su enviado especial, Steve Witkoff, exigió el cese total del enriquecimiento de uranio —una demanda rechazada por Teherán, que lo considera un derecho soberano—. El ayatolá Khamenei calificó las condiciones estadounidenses de “excesivas y absurdas”, mientras el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, advirtió que adoptará “medidas especiales” para proteger sus instalaciones si las amenazas persisten 57.
Intereses en juego y riesgos regionales
El artículo de Inlakesh destaca el rol de think tanks como el Washington Institute for Near East Policy (WINEP), que aboga por desmantelar el programa nuclear iraní. Esta postura, respaldada por exfuncionarios como Dana Stroul, considera que la “debilidad actual de Irán” es una oportunidad para acciones militares 2. Sin embargo, el costo regional podría ser devastador:
Irán ha amenazado con responder “de manera decisiva”, incluyendo posibles ataques a bases estadounidenses 5.
Israel, aunque tecnológicamente limitado para destruir instalaciones subterráneas sin ayuda de EE.UU., podría actuar unilateralmente si percibe un “mal acuerdo” 7.
Rusia y China, socios de Teherán, podrían verse arrastrados a una crisis global, especialmente en un contexto de sanciones económicas y tensiones energéticas 13.
¿Hacia una guerra evitable?
El despliegue de bombarderos EE.UU. Irán refleja una estrategia de presión máxima, pero también expone contradicciones: Trump busca un acuerdo nuclear mientras alinea recursos militares para un escenario bélico. Como señala Inlakesh, la Historia muestra que despliegues “preventivos” suelen derivar en conflictos —como en Irak (2003)—, con consecuencias imprevisibles para civiles y la estabilidad global 212.
En un mundo polarizado, donde las potencias miden fuerzas en terceros países, la pregunta no es si Irán o Israel ganarían una guerra, sino quién pagaría el precio de otra escalada en Oriente Medio.
