Por Executive Intelligence Review
Durante su informe de prensa del 9 de marzo, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, presentó en gran profundidad y detalle la inteligencia sobre la existencia de laboratorios de armas bioquímicas financiados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, que han funcionado en Ucrania durante algunos años, para producir patógenos peligrosos en violación de la Convención sobre la Prohibición de Armas Biológicas y Tóxicas (CPABT). Citando documentos de empleados de algunos de los laboratorios biológicos ucranianos, dijo que el 24 de febrero, cuando Rusia empezó su operación militar especial en Ucrania, se le ordenó al personal de laboratorio que destruyera rápidamente las muestras de peste, ántrax, cólera y otros patógenos mortales en posesión de los laboratorios, antes de que pudiesen ser descubiertos por las fuerzas de Rusia. (mid. ru/en/foreign_policy/ news/1803456/#4).
Especialistas rusos de las unidades de radiación, química y guerra biológica están ahora analizando los documentos encontrados, dijo Zajárova; pero ya se puede concluir que “se desarrollaron componentes de armas biológicas en laboratorios biológicos ucranianos en la vecindad directa de nuestro territorio” durante años. Y queda claro que la rápida destrucción de los patógenos más peligrosos el 24 de febrero se hizo para evitar que saliera a la luz el hecho de que tanto Ucrania como Estados Unidos han estado violando el Artículo I de la CPABT, agregó. Y, preguntó Zajárova, ¿fueron destruidos todos los patógenos? ¿Cómo se destruyeron? ¿Cómo se puede comprobar eso? “¿Se los han llevado extremistas o nacionalistas? ¿Quién puede garantizarlo?” (Énfasis añadido).
Rusia ha presentado repetidas quejas a lo largo de los años, informó Zajárova, exigiendo el cumplimiento de la CPABT “en el contexto de actividad biológica militar por parte de Estados Unidos y sus aliados en el espacio postsoviético”. Pidió una investigación de las potenciales violaciones de la CPABT, y el fortalecimiento de protocolos legalmente vinculantes de la Convención con un mecanismo de verificación eficaz, pero ha sido bloqueada repetidamente por Estados Unidos. Ahora, dijo, “creemos que Washington no tiene ninguna oportunidad de permanecer en silencio esta vez, no con los materiales descubiertos y las recientes confirmaciones de la parte ucraniana y de Estados Unidos”, refiriéndose en este último caso a la admisión del 8 de marzo de la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, al Comité de Relaciones Exteriores del Senado, en la que extrañamente admitió que los laboratorios bioquímicos sí existen en Ucrania, aunque ella afirmó que Estados Unidos no tenía nada que ver con ellos. “Asumimos que, en el futuro cercano, el Departamento de Defensa, y la administración presidencial de Estados Unidos se verán obligados a explicar los programas en Ucrania a la comunidad internacional y hacerlo de manera oficial, no a través de voceros”.
“No estamos pidiendo, estamos exigiendo. El mundo está esperando”, agregó. Después de haber pasado por dos años de la pandemia de COVID, “quizás el mundo entero, todos los países de todos los continentes deberían entrar en razón y preguntarse, en lugar de ver tonterías de CNN o leer noticias falsas en el Washington Post: ¿están preparados para otra ‘aventura’ con un virus no identificado o para la propagación global de biomateriales, si acabaron o acabarán en manos de extremistas o militantes? ¿Están preparados para esto? ¿O solo están preparados para expresar solidaridad bajo la fuerte presión de quienes construyeron laboratorios biológicos en muchos países y que guían sus actividades directamente desde el Departamento de Defensa de Estados Unidos? Estas actividades son clasificadas. No son transparentes y no están sujetas a ninguna supervisión”, concluyó Zajárova.
Fuente:
Executive Intelligence Review: Portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia saca a la luz los laboratorios de armas bioquímicas en Ucrania financiados por Estados Unidos; 13 de marzo de 2022.
