[Nota del editor: A lo largo de la historia bajo registro, las élites han controlado a las sociedades a través del miedo. Y una de las formas de explotar el miedo es a través de la estrategia maquiavélica de “buscar conflagraciones en el exterior cuando se tiene un problema interno.” [1] En este artículo, Caitlin Johnstone desmonta filosóficamente el argumento de que una especie avanzada pueda constituir una amenaza para una especie que todavía se deja dominar por el miedo que le provocan sus líderes. Además, advierte que cada vez que los militares y los servicios de inteligencia afirman sin fundamento que existe una amenaza extranjera para la seguridad de Estados Unidos, las cosas acaban mal. Johnstone ni siquiera contempla la teoría que plantea que las élites montarán una operación de bandera falsa en la cual usarían tecnología suprimida desarrollada en programas espaciales secretos para escenificar una invasión extraterrestre de bandera falsa con consecuencias reales [2]. Para ella, la razón obvia de la nueva narrativa ovni es que Estados Unidos se prepara para una nueva y creciente guerra fría con Rusia y China, para la que el dominio del espectro total es indispensable.]
Por Caitlin Johnstone
He estado aprendiendo todo lo que he podido sobre la nueva narrativa OVNI que la clase política/medios de comunicación ha estado impulsando junto con el ejército de los Estados Unidos para preparar el informe del Senado que se publicará este mes.
Una de las cosas desconcertantes que he estado viendo una y otra vez por parte de los principales actores de esta nueva narrativa, como Lue Elizondo y Christopher Mellon, es la absurda afirmación de que no sólo es totalmente posible que los fenómenos desconocidos que supuestamente son presenciados regularmente por el personal militar sean de origen extraterrestre, sino que si son extraterrestres pueden querer hacernos daño.
Mellon, el ex subsecretario de Defensa de los Estados Unidos para la Inteligencia que ayudó a que el fenómeno OVNI se incorporara a la cultura popular allá por 2017, cuando filtró tres videos del Pentágono a The New York Times, ha declarado que ve el origen extraterrestre como una explicación totalmente posible para estos fenómenos.
“Ni siquiera entendemos cómo se puede hacer algo así”, dijo Mellon en una reciente entrevista con CTV News sobre las inexplicables maniobras y características que supuestamente demuestran estas aeronaves. “Ni siquiera entendemos la ciencia que hay detrás. No es que nuestros aviones de combate estén a dos generaciones de alcanzarlo; si no que se trata de toda una diferencia de tipo, no de grado”.
In this new interview with CTV of Canada I had the opportunity to clarify my views on some of the current #UAP issues: https://t.co/zKxCGWi4NS
— Christopher K. Mellon (@ChristopherKMe4) May 27, 2021
A la pregunta de por qué los pilotos de misteriosas aeronaves con incomprensibles avances científicos podrían querer vigilar a los militares estadounidenses, Mellon dijo lo siguiente:
“Bueno, probablemente por la misma razón que nosotros: para entender qué tipo de amenaza podríamos suponer para ellos. En caso de que surja un conflicto, quieren ser capaces de enfrentarse a nosotros con eficacia, derrotarnos rápidamente, con un coste mínimo de vidas y costos, al igual que nosotros en el otro lado. Nosotros hacemos cosas similares; no tenemos vehículos como estos, pero ciertamente estamos monitoreando muy activamente a las fuerzas militares de otros países”.
La idea de que los OVNIs podrían suponer una amenaza para los humanos, tanto si sus supuestos operadores son de nuestro propio mundo como de otro, está siendo promovida por los principales impulsores de esta nueva y extraña línea argumental, y está siendo aprovechada con entusiasmo por muchos entusiastas del fenómeno OVNI, que consideran que enmarcar estos fenómenos como una amenaza para la seguridad nacional es la mejor manera de conseguir que las estructuras de poder dominantes los tomen en serio y revelen información al público.
Esto es molesto por un par de razones distintas. En primer lugar, porque cada vez que los militares y los servicios de inteligencia afirman sin fundamento que existe una amenaza extranjera para la seguridad de Estados Unidos, las cosas acaban mal.
La noción añadida de que esta amenaza extranjera podría provenir de otro mundo conlleva todo tipo de implicaciones en cuanto a qué tipo de ajustes radicales sin precedentes en materia de política y financiación habría que hacer para contrarrestar esta supuesta amenaza, y habría que ser muy crédulo para creer que esos ajustes se harían por esa razón en este momento, en lugar de por la razón muy obvia de que Estados Unidos se encuentra en una nueva y creciente guerra fría con Rusia y China.
Everything Keeps Getting Weirder And Weirder
The Pentagon did not spontaneously evolve an interest in radical transparency, and it is not coincidental that this UFO stuff is coming out as we hurtle into a new cold war and a race to weaponize space.https://t.co/01PskO6yA6
— Caitlin Johnstone ⏳ (@caitoz) May 22, 2021
En segundo lugar, es molesto porque dice mucho de la locura humana que la gente crea que los ovnis pueden ser simultáneamente el producto de una civilización extraterrestre inmensamente avanzada, y también ser una amenaza. Podrían ser una cosa o la otra, pero no ambas.
Tan sólo en el pequeño parpadeo que es la historia bajo registro, la humanidad ha logrado madurado mental y emocionalmente hasta nuestros tiempos en este planeta. Ya no aceptamos como normal que nuestros gobiernos torturen a alguien hasta la muerte en la plaza del pueblo, por ejemplo, y poseer a otro ser humano como propiedad se considera ahora reprobable. Todavía tenemos una montaña de demonios internos que conquistar, pero tampoco se puede negar que hemos creado un mundo mucho más consciente y pacífico que aquel en el que solíamos vivir.
Imagina cuánto habría progresado una forma de vida inteligente si hubiera empezado a madurar millones de años antes que la nuestra. Imagina lo emocional e intelectualmente desarrollada que tendría que estar una civilización para superar todos los peligros autoimpuestos que su propia inteligencia le planteaba como los peligros que la inteligencia humana nos plantea ahora, si hubiera pasado la gran prueba y superado ese obstáculo en su proceso de maduración, y luego hubiera seguido madurando durante miles o millones de años más allá del punto en el que nos encontramos ahora.
Cuando saco esto a colación en Internet, la gente me dice: “¡Pues mira lo que hicieron los europeos cuando se encontraron con las poblaciones indígenas! Eso es lo que pasa cuando una civilización más avanzada se encuentra con otra menos avanzada”.
Esta noción ridícula es impulsada en todas partes, incluso por gente supuestamente inteligente como Stephen Hawking, quien dijo que el encuentro de los europeos con los pueblos indígenas de África, Australia y América es un buen modelo de lo que podríamos esperar de un encuentro con una civilización millones de años más avanzada que la nuestra. Esto revela una suposición falaz de que los genocidas europeos eran, de hecho, “más avanzados” que los otros humanos que conocieron en todo el mundo; eran un poco más avanzados tecnológicamente, pero cualquier investigación sobre las cosas horribles que hicieron a esas personas demuestra que eran emocionalmente infantiles según los estándares actuales. Esa noción también deja implícito la idea de que los humanos que empezaron a desarrollarse en el mismo planeta al mismo tiempo son comparables a los extraterrestres que habrían empezado a desarrollarse mucho antes que nosotros.
Más allá del hecho de que hemos visto en nuestra propia experiencia que una conciencia inteligente seguirá expandiendo su conciencia a lo largo del tiempo, la prueba más evidente de que los OVNIs no podrían suponer una amenaza para nosotros si son extraterrestres es que si lo hicieran, ya nos habrían eliminado desde hace mucho tiempo. Los encuentros con ovnis han sido documentados durante generaciones; no hay nada que los humanos puedan hacer para detener a una especie sensible que es órdenes de magnitud tecnológicamente superior a nosotros, no importa lo que digan las películas.
Si los extraterrestres están aquí, está claro que no quieren hacernos daño. ¿Por qué iban a hacerlo? ¿Qué podríamos tener nosotros que ellos quisieran? En el improbable caso de que haya algún tipo de elemento o recurso aquí que ellos necesiten, no hay ninguna razón para creer que no puedan conseguirlo en otro lugar, o incluso que no puedan crearlo ellos mismos al nivel de conocimiento científico con el que necesariamente estarían operando.
La idea de que una civilización pueda alcanzar un nivel de avance comparable al nuestro, aprender con éxito a compartir recursos y colaborar lo suficiente como para no aniquilarse a sí misma, seguir madurando durante mucho tiempo, dominar los viajes interestelares, intergalácticos y/o interdimensionales, crear aeronaves que puedan funcionar de la manera que la gente que las encuentra describe, y luego volar a través del universo para ir a matar a un grupo de primates apenas evolucionados por alguna razón es simplemente absurda en su cara, e incluso si tal cosa pudiera suceder ya habría ocurrido. Se trata de humanos proyectando su propia locura particular en una especie hipotética mucho más madura que la nuestra, asumiendo con miopía que nuestra locura colectiva es una especie de cualidad inmutable de la propia conciencia.
He visto muchos vídeos sobre este tema, y me frustra escuchar a todos esos militares hablando de la necesidad de saber cuáles son las “capacidades” de estas cosas y cómo evitar que supongan una amenaza para la “seguridad nacional”. Si de hecho no estamos solos en este universo y de hecho estamos siendo visitados por otras civilizaciones, estas son las preguntas más estúpidas que podríamos hacernos sobre ellos. No cómo podemos contactar con ellos, no si es posible comunicarse con ellos, no qué podríamos aprender de ellos, no de dónde son y cuál es su historia, sino cómo podemos matarlos si lo necesitamos.
No tengo ni idea de si estamos siendo visitados por ETs, pero si lo estamos el ejército de los Estados Unidos es literalmente la peor cosa que nuestra especie podría utilizar para relacionarse con ellos.
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Notas
[1] Maquiavelo, el consejero de la Familia Medici de la nobleza negra veneciana del medioevo —que hoy sigue operando a través de sus epicentros en la Ciudad de Londres, Suiza, el Vaticano y Washington DC—, cuenta que dio ese consejo a sus mentores en su obra El Príncipe.
[2] Paul T. Hellyer: Full Disclosure.
Fuente:
Caitlin Johnstone: Drivers Of The New UFO Narrative Keep Absurdly Saying They Could Be Dangerous ETs.