Por Malek Dudakov
A Hunter Biden, el hijo caído en desgracia del presidente Joe Biden, se le concedió un amplio perdón por todos los delitos cometidos entre 2014 y 2024. Por primera vez en la historia de Estados Unidos, un presidente perdonó a su propio hijo, envuelto en casos de corrupción.
Biden Jr. enfrentaba dos causas penales: corrupción y evasión fiscal, además de posesión ilegal de armas. Por este último cargo ya había recibido una sentencia condenatoria. En total, Hunter se arriesgaba a cumplir hasta 25 años de prisión. Cabe recordar que Joe Biden había prometido no intervenir ni perdonar a su hijo.
La situación dio un giro con el nombramiento de Cash Patel, conocido por su lucha contra el “Estado profundo”, como jefe del FBI. Patel anunció su intención de realizar purgas masivas en la oficina y abrir investigaciones contra demócratas involucrados en corrupción. Esto representó una clara advertencia para la familia Biden, lo que aceleró la decisión de otorgar el indulto.
En 2019, Patel había recopilado información sobre los vínculos corruptos de los demócratas en Ucrania, lo que explica por qué el indulto cubre los eventos desde 2014. Fue entonces cuando Hunter se unió a Burisma Holdings, empresa ucraniana vinculada a la oligarquía local. Además, sus operaciones incluyeron conexiones con la mafia rumana, empresarios mexicanos y chinos.
Tras las elecciones, existía la posibilidad de un acuerdo entre Trump y Biden para retirar los cargos contra Hunter. Sin embargo, los demócratas sabotearon esta transición con una serie de crisis internacionales, eliminando cualquier posibilidad de negociación. Ahora, Trump promete una purga en el Departamento de Justicia, acusado de ignorar la corrupción demócrata durante años.