Por EIRNS
En la última década, las operaciones geopolíticas británicas y otras operaciones lograron cerrar cuatro de los seis gasoductos rusos existentes o previstos, que podrían estar exportando más de 160.000 millones de metros cúbicos (mcg) de gas natural a Europa. En cambio, ahora fluyen menos de 55.000 millones de mcg, principalmente a través del gasoducto TurkStream que pasa por Turquía. Los presidentes de Rusia y de Turquía se reunieron la semana pasada y anunciaron la intención de construir un segundo gasoducto TurkStream, capaz de bombear más de 60.000 millones de mcg al año, con lo cual se duplicaría la capacidad actual de exportación a Europa. Pero, ¿cooperará Europa con este programa?
Europa se enfrenta actualmente a un invierno de frío y hambre, ya que los precios de la escasa energía se duplican y triplican ante los ojos de la gente, todo ello como resultado de las políticas de especulación financiera, sanciones y medievalismo verde dirigidos desde Londres. La gente de un país tras otro se está echando a las calles para protestar contra esta locura. ¿Dejará Europa, por fin, de beber el Kool Aid de las políticas de desindustrialización y guerra de Londres?
Y del mismo modo, ¿pondrán por fin los estadounidenses ponerle un alto al psicótico juego de la amenaza nuclear que están provocando Londres, Washington y la OTAN contra Rusia y China? ¿Responderemos al llamado a crear una nueva arquitectura de seguridad internacional que expresó ayer Sun Yeli, portavoz del 20º Congreso Nacional del Partido Comunista de China que se está llevando a cabo ahora? Sun dijo: “Nunca hemos creído en la llamada ‘trampa de Tucídides’ y nos oponemos a la lógica de que un país fuerte esté obligado a buscar la hegemonía… Creemos que los pueblos de China y Estados Unidos tienen sabiduría, la oportunidad y la capacidad de encontrar esa forma de llevarse bien”.
En la conferencia del Instituto Schiller el sábado 15, “Construyamos el Nuevo Paradigma; derrotemos al fascismo verde”, Helga Zepp-LaRouche centró la tarea por delante a los participantes, en su mayoría jóvenes de varias partes del mundo, de la siguiente manera:
“Nos encontramos ahora en el punto pronosticado por [Lyndon] LaRouche en 1971. La continuación del camino monetarista conducirá necesariamente a una nueva depresión, a un nuevo fascismo y a una nueva guerra mundial, a menos que se establezca un orden económico mundial completamente diferente. La mayoría de la población mundial está haciendo esto precisamente”.
Puso de relieve que nos enfrentamos “a una oligarquía internacional que ha llevado a esta civilización al borde de la extinción nuclear”, pero que “estamos en la fase inicial de una revolución mundial, en la que la mayor parte de la población mundial ya está en proceso de construir un sistema económico completamente nuevo. Cada vez mayores segmentos de la población en Europa y en Estados Unidos están rebelándose contra la política de una casta dirigente que está destruyendo la base material de la existencia para la mayoría de la gente”.
Zepp-LaRouche señaló: “Creo que una cosa es obvia; si podemos sacar a la humanidad del borde del abismo de la guerra termonuclear, serán las actividades valientes del movimiento juvenil internacional de LaRouche que estamos construyendo, las que desempeñarán el papel principal… Así pues, a crear un movimiento internacional de ciudadanos del mundo, en el que ustedes, los jóvenes de todo el mundo, están tomando la iniciativa para ser los embajadores de esta visión de un mundo que será verdaderamente humano”.
Fuente:
EIRNS: ¿Por cuánto tiempo más seguirá Europa, y Estados Unidos, bebiendo el Kool Aid de Londres? 17 de octubre de 2022.
