El pensamiento fragmentado (memes, tiktoks, tuits, etc.) no sólo nos vuelve incapaces. Cuanto más fragmentada esté la mente, más sugestionable será. La Antigua Roma del último siglo de la República, y el propio Imperio romano, se derrumbaron cuando sus dirigentes dejaron de ser designados según sus capacidades. De igual forma, los ministros occidentales en declive y el Occidente colectivo, aturdido y confundido a través del pensamiento fragmentado, es absorbido en la actualidad —con sus masas completamente zombificadas— por la vorágine de la desintegración psicológica, moral y material.
Por Mente Alternativa
En nuestra época, el contenido del mensaje ha cobrado un rol secundario. El pensamiento fragmentado (memes, tiktoks, tuits, sesiones de dj ultrasaturadas, etc.) fomenta una capacidad de atención que se centra en un tema sólo durante unos segundos y no nos permite ver la totalidad, sino que nos coloca en un extremo o en otro pero jamás en el medio. Esta forma de pensamiento crea el telón de fondo de lo que más tarde forma nuestras percepciones de la realidad, incluso en cuestiones de moralidad. Así, cuanto más fragmentada esté la mente, más sugestionable será. El pensamiento fragmentado nos hace, contradictoriamente, ansiosos, terriblemente perezosos e incapaces.
La Antigua Roma del último siglo de la República (1), y el propio Imperio romano, se derrumbaron cuando sus dirigentes dejaron de ser designados según sus capacidades.
Durante el Principado de la Dinastía Julio-Claudia, el emperador romano Calígula otorgó el rango de cónsul a Incitatus –su caballo preferido. Hoy, el presidente del ejército imperial ultraglobalista ha otorgado a su hijo drogadicto y proxeneta, Hunter Biden, más poderes que un senador. Pero los emperadores romanos decadentes al menos mostraban cierto grado de patetismo. En cambio, los ministros occidentales en declive constituyen una mezcla tóxica de arrogancia, hedonismo, mediocridad aborrecible, engaño, pensamiento de oveja, absoluta irracionalidad y pensamiento fragmentado.
Así, el Occidente colectivo, desnudo, aturdido y confundido, con sus masas completamente zombificadas, es absorbido en la actualidad por la vorágine de la desintegración psicológica, moral y material. Y no hay duda de que el dial del dolor se incrementará, en más de un sentido, pues nunca hay que subestimar a un imperio herido y en decadencia que se derrumba en tiempo real.

Hunter Biden, este bueno para nada, célebre sobre todo por sus correrías como drogadicto y proxeneta, llegó a convertirse en administrador de una gran compañía –Burisma Holdings– dedicada a la extracción de gas natural en Ucrania, actividad sobre la cual Hunter Biden no sabe absolutamente nada. Este hijo del presidente estadounidense Joe Biden fue utilizado como testaferro y firmó todo tipo de grandes contratos en diferentes países, a los que viajaba en aviones oficiales del gobierno de Estados Unidos. Ahora, desde la Casa Blanca, su padre presidente inicia una operación tendiente a enterrar esos escándalos, que incluso lo han obligado a emprender una especie de “limpieza” en el gobierno ucraniano.
Notas a pie de página
1. El historiador Mike Vlahos ha explicado cómo la actual saga estadounidense refleja la Antigua Roma del último siglo de la República mientras se transformaba en Imperio. En The John Batchelor Show: Londinium90AD: Gaius & Germanicus debate the transformation from Republic to Empire in the 21st Century. 30 de julio de 2021.
Gaslighting: La psicología de moldear la realidad ajena o cómo se fabrica la percepción de las masas
Fuentes:
Jusamawi, Desde mi ventana: El pensamiento fragmentado.
Cynthia Chung, The Canadian Patriot: Gaslighting: The Psychology of Shaping Another’s Reality or How Mass Perception is Manufactured.
Thierry Meyssan, Red Voltaire: Decadencia del Imperio estadounidense.
Pepe Escobar: Russia and China haven’t even started to ratchet up the pain dial.
Pepe Escobar, The Vineyard of the Saker: The ‘War of Terror’ may be about to hit Europe.
Thierry Meyssan, en Red Voltaire: El caso Biden-Kolomoiski.
