Se habla mucho sobre el inquebrantable apoyo militar de Estados Unidos al Estado supremacista de Apartheid israelí. Pero Israel también tiene poderosos apoyos en Europa. El principal de ellos es Reino Unido. Palestine Action ha aparecido en los titulares por su enérgico compromiso de cerrar el comercio de armas entre Israel y el Reino Unido, tratando de hacer con la acción directa lo que las organizaciones antiguerra han estado pidiendo durante mucho tiempo.
Por Alan Macleod y Mnar Muhawesh Adley
A pesar del alto al fuego oficial, Sheikh Jarrah, en Jerusalén, sigue siendo un foco de violencia. La semana pasada, las fuerzas israelíes dispararon granadas aturdidoras y rociaron con agua de lluvia a los fieles y manifestantes que se reunían cerca de la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam. Evidentemente, el nuevo primer ministro Naftali Bennett está dispuesto a ser tan agresivo y provocador como su predecesor, Benjamin Netanyahu.
Aunque los ataques en el barrio de Sheikh Jarrah son nuevos, las tácticas y la violencia contra los palestinos no lo son. Tras la creación de Israel en 1948, entre 750.000 y 1 millón de árabes fueron limpiados étnicamente de sus tierras, y las fuerzas israelíes arrasaron 500 pueblos y aldeas para dar paso a la construcción de un Estado judío sobre el existente. Año tras año, Israel ha ido anexionando más tierras palestinas, dejando a la población autóctona atrapada en bolsas cada vez más pequeñas, a menudo sin la posibilidad de marcharse.
Se habla mucho sobre el inquebrantable apoyo de Estados Unidos a Israel; la única superpotencia del mundo que proporciona ayuda y armas al Estado del Apartheid, además de defenderlo de la censura diplomática. Pero Israel también tiene poderosos apoyos en Europa. El principal de ellos es Gran Bretaña. El ejército británico ha designado a Israel como “socio estratégico” y le ha vendido armas por valor de más de 500 millones de dólares desde 2015. Las fuerzas del Reino Unido también ayudan a entrenar a las FDI, con un pequeño número de soldados británicos estacionados dentro del país también.
Tras la última ronda de violencia, que dejó más de 250 muertos, Netanyahu agradeció personalmente al primer ministro Boris Johnson su apoyo “inquebrantable” a las acciones de su Estado.
Sin embargo, aunque el gobierno conservador apoya las atrocidades israelíes, un movimiento creciente dentro del Reino Unido está desafiando sus políticas. El principal de ellos es el grupo Palestine Action. Sin haber cumplido aún un año, Palestine Action ha aparecido en los titulares por su enérgico compromiso de poner fin al comercio de armas entre ambos países, intentando hacer con la acción directa lo que las organizaciones antiguerra llevan tiempo pidiendo. El verano pasado, el grupo pintarrajeó la sede londinense de la empresa armamentística israelí Elbit Systems. Desde entonces, han ocupado y cerrado temporalmente una amplia gama de fábricas de armas en todo el país, incluidas las de Bristol, Runcorn y Leicester.
Fuente:
Alan Macleod y Mnar Muhawesh Adley, en Mint Press News: PalAction: Shutting Down the British Arms Trade to Israel.