Un nuevo estudio de centro de pensamiento vinculado al Pentágono y al gobierno estadounidense concluye no es rentable un ‘conflicto prolongado’ en Ucrania, lo cual es inusual dado que el centro de pensamiento tiene fama de ser el brazo académico de línea dura del complejo militar-industrial.
Por Tyler Durden
El famoso grupo de expertos vinculado al Pentágono y al gobierno estadounidense, RAND Corporation, ha intentado por fin inyectar un poco de realismo en el pensamiento y la planificación de la clase dirigente de Washington en relación con la guerra de Ucrania. Hasta ahora, los funcionarios estadounidenses y de la OTAN han aplaudido sin vacilar y con entusiasmo cada escalada importante de la participación de Occidente.
Pero el nuevo documento de 32 páginas de la RAND Corporation ha hecho sonar la alarma sobre los peligros de este enfoque, lo cual es inusual dado que el centro de pensamiento tiene fama de ser el brazo académico de línea dura del complejo militar-industrial.
La RAND sostiene ahora que en Ucrania “los intereses de Estados Unidos estarían mejor servidos evitando un conflicto prolongado”, y que “los costes y riesgos de una guerra larga… superan los posibles beneficios”.
El documento político establece que permitir que el conflicto se prolongue más tiempo es en sí mismo un grave peligro.
El resumen de la página introductoria dice así:
“Los autores argumentan que, además de minimizar los riesgos de una escalada mayor, los intereses de Estados Unidos estarían mejor servidos evitando un conflicto prolongado. Los costes y riesgos de una guerra prolongada en Ucrania son significativos y superan los posibles beneficios de esa trayectoria para Estados Unidos. Aunque Washington no puede determinar por sí mismo la duración de la guerra, sí puede tomar medidas que hagan más probable un eventual final negociado del conflicto.”
El estudio concluye además que los esfuerzos para castigar a Rusia económica y militarmente posiblemente ya no sea un beneficio tan significativo para los intereses de Estados Unidos. Por otra parte, advierte de que el impacto en los mercados de la energía y los alimentos en el empeño a toda costa de “mantener la solvencia económica del Estado ucraniano” puede no merecer la pena, dado que estos costes no harán sino “multiplicarse con el tiempo”.
Al igual que algunos informes recientes de los medios de comunicación basados en el reconocimiento a regañadientes de funcionarios estadounidenses, RAND también señala que la continuación de la ayuda militar de la OTAN a Ucrania “también podría llegar a ser insostenible después de un cierto período”, dada la probabilidad de que Rusia pueda “revertir los avances ucranianos en el campo de batalla”.
Otra admisión crucial en el documento es que la guerra de Ucrania distrae y desperdicia preciosos recursos de defensa lejos de otro importante teatro de operaciones: China y Asia oriental. Se afirma:
“Más allá de las posibles ganancias rusas y de las consecuencias económicas para Ucrania, Europa y el mundo, una guerra larga también tendría secuelas para la política exterior estadounidense. La capacidad de Estados Unidos para centrarse en sus otras prioridades globales -en particular, la competencia con China- seguirá limitada mientras la guerra absorba el tiempo de los altos responsables políticos y los recursos militares estadounidenses.”
Y aunque Rusia dependerá más de China independientemente de cuándo termine la guerra, Washington tiene un interés a largo plazo en asegurarse de que Moscú no se subordine completamente a Pekín. Una guerra más larga que aumente la dependencia de Rusia podría proporcionar a China ventajas en su competencia con Estados Unidos.
Así pues, una implicación abierta y más profunda del Pentágono para ayudar a Ucrania a hacer retroceder a Rusia beneficia en última instancia a Pekín.
Pero llegados a este punto, se preguntan los autores, ¿qué se puede hacer? RAND recomienda que se pongan en marcha inmediatamente las siguientes medidas:
“Un cambio drástico de la política estadounidense de la noche a la mañana es políticamente imposible -tanto a nivel nacional como con los aliados- y en cualquier caso no sería prudente. Pero desarrollar estos instrumentos ahora y socializarlos con Ucrania y con los aliados de Estados Unidos podría ayudar a catalizar el eventual inicio de un proceso que podría llevar esta guerra a un final negociado en un plazo que sirviera a los intereses de Estados Unidos. La alternativa es una guerra larga que plantee grandes retos para Estados Unidos, Ucrania y el resto del mundo.”
…Así que incluso RAND está lo suficientemente cuerdo como para ver que el mundo occidental se dirige al desastre si mantiene este empuje para apoyar a Kiev a toda costa y sin salida.
Fuente:
Tyler Duren, en Zero Hedge: New RAND Study Breaks From US Hawks, Warns Against “Protracted Conflict” In Ukraine.