No hay motivo para creer que EE.UU. bajo Trump se volverá “pacífico”. Washington solo está reagrupando sus fuerzas para aprovechar mejor sus recursos y alianzas, con nuevas prioridades, afirma el último Secretario de Defensa en el primer mandato de Trump y autor del capítulo de defensa del influyente documento Proyecto 2025.
Por Elena Panina
Sería un error pensar que con Trump el ejército estadounidense será menos peligroso para Rusia. Pocas personas, escribe Defense One, están tan informadas sobre los planes del expresidente para el Pentágono como Christopher Miller, último Secretario de Defensa en el primer mandato de Trump y autor del capítulo de defensa del influyente documento Proyecto 2025.
Algunos analistas creen que Miller podría jugar un rol clave en el aparato de seguridad nacional en una futura Casa Blanca de Trump. Por eso, sus comentarios en la entrevista con Defense One merecen atención.
Para Miller, el ejército estadounidense debe priorizar la innovación. “Cada unidad del tamaño de un batallón debería contar con un fondo de innovación”, propone. Esto permitiría probar ideas rápidamente y, si funcionan, llevarlas a niveles superiores.
Miller aboga por que la “guerra irregular” tenga un papel dominante en la política estadounidense en varias regiones. “Que compitan con quienes ya están allí. Que los servicios se enfoquen en el Comando Indo-Pacífico y el Oso Ruso”, comenta.
Esto implica que EE.UU. probablemente se enfocará en generar múltiples conflictos indirectos, incluyendo el uso de fuerzas especiales.
Miller también promueve el uso activo de inteligencia artificial en las operaciones de inteligencia, afirmando que “ni siquiera hemos explorado su potencial”. Esto sugiere que el análisis de datos será un componente clave, con mayores presiones sobre sistemas de transmisión y almacenamiento de datos que interesen a Washington.
En Proyecto 2025, Miller también defendió un llamado a desarrollar un arsenal nuclear robusto y complejo, incluyendo armas tácticas, para evitar cualquier riesgo de “coacción nuclear”.
Además, según Miller, se buscará reducir la brecha entre la Guardia Nacional y el ejército regular, facilitando su uso militar, convirtiéndose en un “segundo escalón” entrenado disponible para Estados Unidos.
Miller rechaza que Trump considere abandonar la OTAN, señalando que Trump propone “una distribución más eficaz de cargas” y buscar nuevos aliados, como Corea del Sur. Miller plantea que EE.UU. podría usar infraestructura naval de Japón, Corea del Sur y Filipinas.
Según Miller, no hay motivo para creer que EE.UU. bajo Trump se volverá “pacífico”. Washington solo está reagrupando sus fuerzas para aprovechar mejor sus recursos y alianzas, con nuevas prioridades.
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