Por Mente Alternativa
Una reciente patente financiada por DARPA y registrada por la Universidad de Columbia ha revelado una tecnología inquietante: microcápsulas activadas por ultrasonidos que permiten la liberación controlada de sustancias dentro del cuerpo humano. Aunque presentada como un avance médico, esta innovación podría tener aplicaciones militares altamente sensibles.
La patente, numerada WO 2023/107765 A9, describe cápsulas de doble fase que permanecen inactivas en el organismo durante más de 112 días y pueden activarse selectivamente mediante ultrasonidos enfocados. Esta tecnología plantea serios interrogantes éticos y geopolíticos al permitir la administración remota de compuestos químicos con precisión milimétrica.
Estas microcápsulas activadas por ultrasonidos pueden configurarse para liberar somníferos, agentes de control neurológico o incluso compuestos tóxicos, sin que la víctima lo sepa. La capacidad de activarlas por frecuencia, duración y potencia las convierte en una herramienta potencial de guerra biotecnológica, difícil de rastrear y con impactos selectivos.
DARPA, conocida por sus proyectos de doble uso, ya ha financiado tecnologías que cruzan la frontera entre la medicina y la militarización. Esta invención no sería la excepción. La implicación del complejo militar-industrial estadounidense, junto con las recientes declaraciones de Trump sobre “armas que nadie más tiene”, apunta a que la biotecnología avanzada se está consolidando como un nuevo pilar estratégico.
Estas cápsulas camufladas como tratamientos médicos podrían formar parte de operaciones encubiertas, espionaje, control de masas o neutralización selectiva de individuos. Su carácter invisible antes de la activación las convierte en una amenaza sin precedentes.
La microcápsula activada por ultrasonidos representa un inquietante ejemplo de cómo la biotecnología se ha convertido en un campo de batalla silencioso, pero letal. La vigilancia pública y la transparencia científica son más urgentes que nunca.
