Por Mente Alternativa
En su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, abordó temas clave sobre la protección de la soberanía nacional, dejando claro que el país no aceptará injerencias extranjeras bajo ninguna circunstancia. En un contexto marcado por la reciente designación de los cárteles mexicanos como grupos terroristas por parte del gobierno de Estados Unidos, Sheinbaum expresó con firmeza que la soberanía de México no está en venta ni en negociación.
Sheinbaum recordó que, aunque los Estados Unidos tienen todo el derecho de nombrar a los grupos criminales que deseen, México no aceptará bajo ninguna circunstancia intervenciones que pongan en riesgo su independencia y autonomía. Resaltó que, a pesar de los intentos de algunos sectores de EE.UU. de dar un giro más militarista en su enfoque hacia el narcotráfico, el gobierno mexicano aboga por una colaboración respetuosa, siempre en el marco de la soberanía y el respeto mutuo.
En este sentido, la presidenta propuso una reforma a los artículos 40 y 19 de la Constitución mexicana, con el objetivo de dejar claro que México no permitirá ninguna intervención o intromisión extranjera que amenace su integridad, ni en investigaciones o persecuciones sin la autorización y colaboración expresa del Estado mexicano. La reforma también plantea severas penas de prisión preventiva a aquellos involucrados en la fabricación y tráfico ilícito de armas en el país, una medida que se ampliará a nivel internacional, en especial contra los fabricantes y vendedores de armas en EE.UU.
Esta postura firme no es casual, ya que el 74% de las armas incautadas en México provienen de Estados Unidos, lo que ha generado una creciente preocupación en las autoridades mexicanas por la relación entre la industria armamentista estadounidense y los grupos delictivos. Sheinbaum subrayó que este vínculo debe ser abordado con seriedad, y que México continuará ampliando su demanda internacional para señalar la complicidad de los traficantes de armas.
La presidenta también resaltó que, a pesar de los desafíos externos, México sigue comprometido con el desarrollo de su economía, con inversiones importantes que prometen impulsar el crecimiento en 2025. Además, recalcó la importancia de la cooperación entre las autoridades de ambos países, mencionando las reuniones recientes del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, con funcionarios de EE.UU. para continuar con la coordinación en temas de comercio y seguridad.
En los últimos días, la administración Trump ha intensificado los vuelos de drones de la CIA sobre México, tras designar formalmente a los cárteles de narcotráfico como “grupos terroristas extranjeros” y plantear la posibilidad de enviar tropas para combatirlos. Trump ha afirmado que México está “esencialmente gobernado por los cárteles” y ha insistido en que EE.UU. debería “declararles la guerra”.
Además de los riesgos de seguridad, la intervención de EE.UU. en México también tiene implicaciones geopolíticas y económicas. El Presidente Donald Trump presionó fuertemente al gobierno mexicano para que aceptara la intervención estadounidense como condición para evitar sanciones económicas y preservar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Este tipo de chantajes complica aún más la situación para el gobierno mexicano, que debe equilibrar su relación con su vecino del norte mientras enfrenta una creciente ola de violencia interna manufacturada desde el exterior, pues aunque el narcotráfico es un fenómeno binacional que afecta tanto a México como a EE.UU., expertos señalan que el tráfico de drogas a nivel global está en gran parte controlado por intereses financieros internacionales que operan desde los centros financieros globales, particularmente Londres y Nueva York. Bajo esta lógica, Trump no debería invadir México sino Wall Street y la City de Londres.
Aunque los drones actuales no están armados, algunos funcionarios de EE.UU. sugieren que los ataques a cárteles podrían ser una posibilidad futura. Además, el gobierno mexicano ha aumentado las operaciones de su Guardia Nacional para enfrentar a los cárteles, lo cual ha sido elogiado por las autoridades estadounidenses.
La estrategia de Sheinbaum se enfoca en la prevención del crimen, la recopilación de inteligencia y la mejora del sistema de justicia, mientras que Trump aboga por una respuesta militar más agresiva. A pesar de la presión de Trump, que acusa a los cárteles de producir fentanilo responsable de miles de muertes en EE.UU., algunos expertos advierten que las tácticas militares como los ataques aéreos no han sido efectivas en el pasado, lo que sólo desencadenaría caos y una escalada de violencia que serviría para justificar una mayo intervención militar.
A medida que se intensifican las tensiones entre ambos países, los esfuerzos para abordar el tráfico de drogas continúan siendo una prioridad, pero la cooperación y el respeto a la soberanía mexicana siguen siendo temas clave en el debate sobre cómo enfrentar el narcotráfico de manera efectiva.
