Por Mente Alternativa
El martes, la nueva primera ministra de Alberta, Danielle Smith, declaró que las personas que deciden no vacunarse son “el grupo más discriminado que he presenciado en mi vida”.
Tras ser criticada por sus declaraciones, Smith reiteró su postura con ciertos matices:
“Ayer hice comentarios sobre la discriminación que han sufrido las personas no vacunadas durante los dos últimos años. Mi intención era subrayar el maltrato a las personas que decidieron no vacunarse y fueron castigadas con no poder trabajar, viajar o, en algunos casos, ver a sus seres queridos. Quiero dejar claro que no pretendía trivializar en modo alguno la discriminación a la que se enfrentan las comunidades minoritarias y otros grupos perseguidos, tanto aquí en Canadá como en todo el mundo, ni crear falsas equivalencias con la terrible discriminación y persecución históricas sufridas por tantos grupos minoritarios durante las últimas décadas y siglos.”
Las declaraciones de la ministra salen a la luz después de que la farmacéutica Pfizer admitió, el 10 de octubre ante el Parlamento Europeo, que la vacuna COVID nunca se probó para prevenir el contagio antes de su lanzamiento, como afirmaba mentirosamente con anterioridad.
Este valiente giro narrativo en la percepción de las vacunas COVID y los no-vacunados, también se ha observado en eurodiputados como Cristian Terhes, de Rumania, y Rob Roos, de Países Bajos.
Roos dijo en un vídeo en Twitter que el gobierno “nos dijo que si no nos vacunábamos éramos anti-sociales”, lo que ahora ha resultado ser una “patraña”. El eurodiputado también advirtió que la confesión de Pfizer ante el Parlamento Europeo “elimina todo el sustento legal para la imposición del Pasaporte Covid que condujo a la discriminación institucional masiva”.
El 11 de octubre, seis eurodiputados encabezados por Cristian Terhes celebraron una rueda de prensa en la que expusieron las mentiras de la representante de Pfizer. El vídeo de la rueda de prensa puede verse en este enlace.