Por Mente Alternativa
La reciente decisión del Reino Unido de mantener el suministro de repuestos para los cazas F-35 de Israel, pese a reconocer riesgos significativos para el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario (DIH), ha generado polémica, advierte Phil MIller en un artículo publicado por Declassified. Este enfoque refleja la prioridad estratégica del gobierno británico por preservar la “relación especial” con Estados Unidos y su posición dentro de la OTAN.
En julio, John Healey, secretario de defensa, advirtió que un embargo total de armas contra Israel afectaría la confianza de EE. UU. en el Reino Unido y podría tener repercusiones globales. Este argumento fue respaldado por el gobierno, que implementó un embargo parcial en septiembre, excluyendo repuestos de F-35 del veto.
Riesgos en Gaza
Los cazas F-35 han sido utilizados en operaciones en Gaza, empleando municiones de alto poder destructivo como las bombas GBU-31. Esto genera preocupación entre organizaciones como Al-Haq, que denuncian violaciones al DIH, incluidas las pérdidas civiles masivas.
Debate Jurídico
La decisión del Reino Unido está siendo desafiada legalmente por grupos como Al-Haq, que argumentan que esta política viola las obligaciones internacionales de prevenir el genocidio. Según expertos, el Reino Unido produce componentes clave del F-35, como el fuselaje trasero y sistemas de liberación de armas, lo que refuerza su papel central en el programa global de estos aviones.
Contexto Geopolítico
Además de los argumentos legales, el debate refleja tensiones globales. La decisión de mantener el suministro de repuestos subraya la influencia de Estados Unidos y la preocupación por las percepciones de debilidad frente a adversarios estratégicos como China.
En Londres, el caso se desarrolla mientras crece la presión internacional por limitar el uso de armas en conflictos, destacando las tensiones entre intereses estratégicos y el respeto por los derechos humanos.
