Durov quería crear su propio sistema financiero, aislado e independiente de la moneda fiduciaria y de las reglas de funcionamiento del sistema financiero global. Era obvio que las élites transatlánticas buscarían detenerlo de algún modo.
Por Paul Spydell
Para poner a los lectores en contexto, es necesario familiarizarse con la temática sobre las dificultades para financiar Telegram.
La conclusión es que el carácter descarriado de Durov y su negativa a seguir las reglas del sistema llevaron al hecho de que fue imposibilitada una oferta pública inicial (IPO) en la jurisdicción de los Estados Unidos y sus aliados, y no hay otras opciones para recaudar miles de millones de dólares (al menos por el momento).
Además, surgieron problemas con la financiación del desarrollo de Telegram mediante esquemas de financiación alternativos (ICO, bonos convertibles, etc.). Y al parecer, los grandes tramos de préstamos también se han vuelto problemáticos.
Tras la decisión de la SEC a principios de 2020, los inversores institucionales de EE.UU. y Europa dieron la espalda a Telegram, y la principal demanda de bonos provino de inversores de Oriente Medio.
Durov quería desarrollar proyectos criptográficos, pero el primer intento fue congelado por la fuerza mediante un acuerdo con la SEC, y el segundo intento comenzó en 2024.
Después de tres años de calma, Durov hizo un segundo intento.
Hubo muchos eventos, pero lo resumiré todo en cuatro conceptos principales:
- Durov planeó hacer de Toncoin la principal criptomoneda integrada en Telegram. Esto permitiría a los usuarios realizar transacciones, pagar por funciones premium y apoyar a los creadores de contenido directamente desde la aplicación.
- Uno de los proyectos clave fue el desarrollo de un sistema de pago basado en Toncoin, que permitiría a los usuarios realizar transferencias y pagos instantáneos. Esto incluiría no sólo transacciones internas, sino también soporte para pagos externos, lo que podría convertir a Telegram en una plataforma financiera de pleno derecho.
- Una iniciativa importante fue la creación de una plataforma para aplicaciones descentralizadas (DApps) basada en TON. Esto permitiría a los desarrolladores crear y distribuir aplicaciones dentro de Telegram utilizando una infraestructura descentralizada, lo que aumentaría la seguridad y la independencia de los servidores centralizados.
- Durov también planeó introducir soporte para NFT basados en TON. Una plataforma para crear, vender e intercambiar tokens no fungibles se convertiría en una parte importante de Telegram, permitiendo a los usuarios crear e intercambiar activos digitales directamente dentro del mensajero.
De marzo a junio de 2024, la criptomoneda TON aumentó casi 4 veces, de 2 a 8 dólares (ahora 5,2).
TON podría convertirse en la única criptomoneda respaldada por flujos de efectivo reales entre una enorme base social con el potencial de generar cientos de miles de millones de dólares en facturación por año (transacciones reales en el ecosistema, no facturación comercial).
Durov quería crear su propio sistema financiero, aislado e independiente de la moneda fiduciaria y de las reglas de funcionamiento del sistema financiero global.
La naturaleza anónima de Telegram + integración profunda de Toncoin (billetera criptográfica integrada, pagos y liquidaciones de extremo a extremo) + aplicaciones descentralizadas en el ecosistema TON + arquitectura distribuida del ecosistema conectado = un nuevo mundo financiero y social, incontrolable por el Occidente colectivo e incontrolable por cualquiera de las estructuras oficiales.**
Para ello existían todos los requisitos y recursos: casi mil millones de usuarios y una infraestructura digital desarrollada. Durov podría convertirse en la persona no sistémica más influyente del mundo.
La implementación de un criptomonedero de extremo a extremo a través del bot [@wallet] comenzó en 2024, aunque la integración fue en abril de 2022. Además, la expansión de la monetización del canal utilizando criptoactivos.
Al parecer, el intento de construir un sistema financiero independiente (a través de criptoactivos) fue el detonante final de la “debacle de Telegram”.
Pavel Durov es el cerebro de Telegram y se encarga de la promoción, la financiación y el desarrollo estratégico de la plataforma, mientras que Nikolay Durov es responsable de los aspectos puramente técnicos y de la programación del núcleo del sistema.
Es difícil decir adónde irá Telegram si Pavel permanece en prisión.