Vladimir Putin y Xi Jinping acaban de hacer algo que, de estar vivo, Lyndon LaRouche habría celebrado.
Por Executive Intelligence Review
El 19 de mayo, el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente chino Xi Jinping se reunieron por videoconferencia para inaugurar conjuntamente el inicio de la construcción de cuatro nuevas centrales nucleares en China, basadas en tecnología rusa y en aportaciones industriales avanzadas. Más allá de la mera celebración de este acontecimiento, por muy meritorio que sea, los dos jefes de Estado aprovecharon la ocasión para presentar una determinación política global para sus naciones asociadas, y para toda la humanidad, centrada, como dijo el presidente Xi, en hacer “una considerable contribución intelectual al desarrollo impulsado por la innovación de la esfera nuclear mundial”, basada en el “fortalecimiento de la cooperación científica y técnica”.
La importancia de este desarrollo, en vísperas de la reunión del 21 de mayo en Roma de la Cumbre Mundial de la Salud del G20, es que representa el único camino para resolver las actuales crisis de ruptura existencial a las que se enfrenta la Humanidad. No es de extrañar que las naciones del sector en desarrollo -desde África hasta América Central y Asia- que han sido descartadas por los maltusianos que dirigen el sector transatlántico, se vuelvan cada vez más hacia China y Rusia.
Hay una razón por la que Lyndon LaRouche pidió insistentemente un acuerdo de “cuatro potencias” para resolver las crisis a las que se enfrenta la humanidad: una alianza de Estados Unidos, Rusia, China e India para combinar sus intereses nacionales históricos; su actual peso económico, demográfico y militar; y su futuro potencial de avances científicos y culturales, para derrotar decisivamente la política maltusiana de desindustrialización del Imperio Británico y el concepto bestial del hombre asociado a ella. China y Rusia están ofreciendo una clara alternativa a ese orden imperial colapsado. La India está actualmente marginada en una batalla a vida o muerte contra una explosión incontrolada de la pandemia COVID-19. Y Estados Unidos necesita un cambio radical en la dirección señalada por LaRouche.
En un discurso pronunciado el 10 de octubre de 2009 en la Séptima Conferencia Anual de Rodas, que tituló “Un acuerdo entre cuatro potencias puede crear un nuevo sistema de crédito mundial”, LaRouche afirmó proféticamente que:
“La tarea, tal como la definí, es, si Rusia, y los Estados Unidos, y China, y la India, se ponen de acuerdo, como grupo de países, para iniciar y forzar una reorganización del sistema financiero y crediticio mundial, en esas condiciones, con acuerdos a largo plazo, del mismo tipo que Franklin Roosevelt había pronunciado antes de su muerte, en 1944, bajo naciones clave, la intención de Roosevelt todos estos años después, podría haberse realizado, y podríamos hacerlo, hoy.”
“Esa es nuestra oportunidad: O lo hacemos, o nos hundimos. Puedo asegurarles, si piensan que hay alguna posibilidad de que el sistema actual pueda continuar hasta el año que viene, como un sistema con el que trabajar, que no habrá una crisis general, continua, que empeore, en el momento actual, no habrá recuperación económica en ninguna parte del planeta, bajo las condiciones actuales.”
“Ahora nos dirigimos a una crisis general de ruptura en cadena, causada no sólo por esta crisis financiera en particular, sino causada por la globalización. Porque bajo estas condiciones, cada nación se ha vuelto tan dependiente de otras naciones, que cualquier enfermedad, de la economía, cualquier enfermedad de colapso de la economía, hará caer a todas las naciones de la economía, en forma de reacción en cadena. A qué velocidad, no podemos estar seguros. Pero ese es el peligro.”
“Por lo tanto, la cuestión ahora es la decisión política: ¿Podemos hacer que los Estados Unidos, bajo una presidencia mejorada -y sí requiere una mejora- podamos hacer que los Estados Unidos, Rusia, China y la India, se conviertan en un bloque de países, que cada uno tiene características diferentes, pero si reconocen entre ellos, que tienen un interés común, se adaptarán unos a otros, y respetarán las diferentes características de cada uno. El resultado de esto, será la eliminación del sistema monetario del mundo que ha estado dominando la civilización europea desde la Guerra del Peloponeso.”
Fuente:
Executive Intelligence Review: LaRouche Would Have Praised the Putin-Xi Actions of Yesterday, but Does Biden Even Know What Happened?; 20 de mayo de 2021.