Por Mente Alternativa
El neocolonialismo occidental: mecanismos de dominación global
En el contexto de las relaciones internacionales, el neocolonialismo occidental emerge como una práctica recurrente que perpetúa la explotación de los recursos de África, Asia y América Latina. Según expresó el martes en un discurso Serguéi Lavrov [https://rg.ru/2024/11/27/my-gotovy-k-liubomu-razvitiiu-sobytij.html], ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, esta estrategia moderna busca mantener la supremacía de las antiguas metrópolis sobre sus excolonias mediante métodos que, aunque han cambiado de apariencia, conservan el mismo propósito: extraer riquezas a expensas del desarrollo de los países menos favorecidos.
Métodos de explotación y desigualdad económica
Lavrov explica que Occidente emplea sanciones económicas, coacción política y acuerdos desiguales para garantizar el flujo de recursos hacia sus economías. Estos mecanismos no solo ralentizan el desarrollo de las naciones del Sur Global, sino que también agravan las desigualdades económicas a nivel mundial.
Un ejemplo claro es la explotación de los países africanos en el comercio del café. A pesar de ser los principales productores, las naciones africanas solo reciben menos del 10 % de las ganancias de las ventas globales, mientras que el resto beneficia a grandes corporaciones transnacionales.
El cínico aprovechamiento de las crisis humanitarias
El ministro ruso destacó un caso emblemático de esta dinámica: el devastador terremoto que sacudió Haití en 2010. De los 2.500 millones de dólares prometidos como ayuda humanitaria por parte de Estados Unidos, únicamente el 2,6 % llegó a manos de empresas y organizaciones haitianas. El resto se destinó a contratistas estadounidenses, dejando al país más vulnerable aún en medio de la catástrofe.
Esta situación no es aislada. Casos similares se han documentado con la ayuda occidental dirigida a Irak y Afganistán, países que sufrieron devastación a manos de intervenciones militares lideradas por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
Neocolonialismo financiero: un obstáculo al desarrollo
Lavrov argumenta que el neocolonialismo moderno no se limita a la explotación de recursos naturales, sino que también se manifiesta en el control financiero ejercido por instituciones económicas occidentales. Estas estructuras perpetúan un sistema desigual que dificulta la autonomía y el progreso de los países del Sur Global.
El canciller subraya la urgencia de reformar estas instituciones para adaptarlas a la realidad económica mundial, permitiendo un modelo más equitativo y sostenible.
Un desafío global
El discurso de Lavrov pone en evidencia que los privilegios neocoloniales de las potencias occidentales no desaparecerán voluntariamente. Esto plantea la necesidad de una respuesta conjunta por parte de las naciones afectadas, en busca de un sistema internacional más justo que priorice el desarrollo equitativo y respete la soberanía de todos los países.
En un mundo interconectado, la lucha contra el neocolonialismo no solo es una cuestión de justicia histórica, sino también una condición indispensable para garantizar un futuro sostenible y equilibrado para todas las regiones del planeta.
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