1. La vacuna antiviral de Putin
La “vacuna de Putin” es un anti viral. Los virus no mueren (deberían estar vivos para eso). Los anti virales lo que hacen es contener el patógeno, establecen una especie de cerco. Por lo tanto, la vacuna rusa no es un experimento como el que están desarrollando algunos de los gigantes del Big Pharma en Occidente.
Un artículo publicado por Sputnik, y rechazado por los principales medios de comunicación occidentales, describe así el método de dos vectores usado en el desarrollo de la vacuna rusa:
“Otros países siguen nuestros pasos al desarrollar vacunas basadas en vectores adenovirales… El uso de dos vectores es una tecnología única, desarrollada por los científicos del Centro Gamaleya, que diferencia a la vacuna rusa de otras basadas en vectores adenovirales que se están desarrollando alrededor del mundo. Las vacunas basadas en vectores adenovirales también tienen claras ventajas sobre otras tecnologías como las vacunas de ARNm. Las posibles vacunas de ARNm, que están siendo sometidas a ensayos clínicos en Estados Unidos y otros países, no utilizan vectores para su administración, sino que se basan en una molécula de ARN con el código de la proteína de coronavirus envuelto en una membrana lipídica. Esta tecnología es prometedora, pero sus efectos secundarios, especialmente su impacto en la fertilidad, todavía no se han estudiado a fondo. Ninguna vacuna de ARNm ha recibido todavía una aprobación regulatoria en el mundo. Creemos que, en la carrera mundial de vacunas para combatir el coronavirus, las vacunas basadas en vectores adenovirales serán las ganadoras….”
Sin embargo, el asunto va mucho más allá.
El prestigioso genetista ruso Dr. Peter Gariaev publicó que tiene evidencia (que ha preferido no hacer pública quizá por asuntos de seguridad nacional) de que en realidad no estamos peleando contra un virus de carácter totalmente material, sino con el vestigio cuántico de una versión manipulada (o “armada”) de coronavirus, que a veces se manifiesta materialmente y otras como parte de campos electromagnéticos, es decir, energía. Dicho de otro modo, el coronavirus es un arma bioenergética.
2. La vacuna cuántica de Gariaev
Sobre la “vacuna cuántica” para prevenir el Covid-19, el Dr. Gariaev y su equipo de investigación en el “Instituto de Lingüística Genética de Ondas” (Институт волновой генетики) dijeron que:
“Se logró obtener un resultado positivo en bacterias patógenas, introduciendo cierta destrucción en su aparato genético. Recibimos un espectro espintrónico de tal daño. Este espectro bloqueó el desarrollo de bacterias patógenas. De hecho, obtuvimos una vacuna cuántica contra estas bacterias. Tiene sentido continuar este trabajo con respecto al Covid-19”.
El Dr. Peter Gariaev, además, advierte que mientras el mundo siga sumiso al paradigma científico de la materia al que la oligarquía internacional nos tiene anclados, no se podrá comprender cómo funciona el Covid, que sólo es explicable bajo los conceptos de la genética de ondas lingüísticas (BTY), que él ha venido desarrollando desde 1984 enfrentándose a una tremenda resistencia e inhibición por parte de la ciencia oficial; así como bajo los conceptos del paradigma científico cuántico-holográfico-energético.
Descargar la “vacuna cuántica” del Dr. Peter Gariaev.
El Covid-19 como arma bioenergética y la vacuna cuántica del Dr. Gariaev
Fuentes:
Sputnik — Putin anuncia el registro en Rusia de la primera vacuna contra el COVID-19.
Sputnik — La nota que se prohibió: la vacuna Sputnik como una asociación mundial para salvar vidas.
Mente Alternativa — El Covid-19 como arma bioenergética y la vacuna cuántica del Dr. Gariaev.