En un informe reciente (1), el Dr. Anthony Fauci (et al), ex director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los Estados Unidos, plantea serias dudas sobre la eficacia de las vacunas de ARNm para combatir los virus respiratorios. Esta declaración supone un giro de 180 grados con respecto a declaraciones anteriores y a estrategias de salud pública que han confiado en gran medida en la tecnología del ARNm para frenar la propagación de enfermedades como el COVID-19.
Muchos científicos, investigadores y medios que predijimos el fracaso de las vacunas COVID fuimos censurados, atacados y condenados al ostracismo.
He aquí los argumentos clave que sustentan el informe:
Inmunidad de las mucosas frente a inmunidad sistémica: las vacunas de ARNm están diseñadas para provocar respuestas inmunitarias sistémicas, principalmente mediante la generación de anticuerpos neutralizantes. Sin embargo, los virus respiratorios requieren una respuesta inmunitaria robusta en las mucosas para una neutralización y eliminación eficaces. Fauci y sus colegas sostienen que las vacunas de ARNm, en su forma actual, no estimulan adecuadamente la inmunidad de las mucosas, lo que puede limitar su eficacia contra los patógenos respiratorios.
Durabilidad de la protección: Otra preocupación que señalan tiene que ver con la duración de la protección que ofrecen las vacunas de ARNm. Los virus respiratorios, incluidos los de la gripe y los coronavirus, presentan altas tasas de mutación, lo que provoca la aparición de nuevas variantes. La consecuencia es que las vacunas de ARNm pueden no proporcionar una inmunidad duradera contra estas amenazas en constante evolución, por lo que requieren actualizaciones frecuentes y vacunas de refuerzo. (*SMH*).
Impronta inmunológica: El fenómeno del “pecado antigénico original” o impronta inmunológica también se destaca como un problema potencial. Este concepto sugiere que la exposición a una cepa vírica específica a través de la vacunación podría sesgar la respuesta del sistema inmunitario a futuras infecciones, haciéndolo menos eficaz contra cepas diferentes. Aunque las vacunas de ARNm pueden actualizarse rápidamente, las vacunaciones repetidas podrían reforzar esta impronta, complicando potencialmente las respuestas a nuevas variantes.
El informe completo puede verse en este enlace.
Notas a pie de página
1. David M. Morens, Jeffery K. Taubenberger, Anthony S. Fauci, en Cell Host & Microbe: Rethinking next-generation vaccines for coronaviruses, influenzaviruses, and other respiratory viruses; Jan 11, 2023, Volume 31, Issue 1. DOI:https://doi.org/10.1016/j.chom.2022.11.016
