Una larga llamada telefónica de Donald Trump con el presidente Vladimir Putin el 23 de julio, abarcó muchas áreas críticas, y lo más importante: los planes para un Cumbre de los líderes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. En cuanto a la disposición del gordito belicoso Mike Pompeo de arriesgarse a una guerra nuclear con China para preservar el poder imperial del Imperio Británico, debe ser abatida junto con la falsa trama del Rusiagate. En cuanto a la cumbre P5, advierte LaRouche PAC, su prioridad debe ser la capacidad de crear un futuro próspero para la humanidad en conjunto.
Foto: El 21 de julio en el Consulado chino en Houston, TX, varios residentes en un edificio cercano grabaron videos de empleados quemando basureros y documentos. El acceso del departamento de bomberos de Houston no fue permitido en la escena. China tenía soberanía en el sitio.
A medida que el personal de seguridad del Departamento de Estado irrumpió en el Consulado chino en Houston pocas horas después de la fecha límite de 72 horas para su desalojo, el Consulado de EE.UU. en Chengdu también está siendo desalojado rápidamente para cumplir con la fecha límite recíproca de 72 horas impuesta el lunes por Beijing. Desde una óptica estadounidense libre de propaganda, las crecientes tensiones deben verse como parte del continuo golpe del establishment industrial militar contra el presidente Donald Trump. Trump ha comprometido a su administración a poner fin a las aventuras extranjeras y a una reconstrucción completa de la economía estadounidense. En lugar de concentrarse en las compañías y financieras estadounidenses que vendieron este país al régimen globalista establecido después de la caída del Muro de Berlín, el partido de guerra, centrado en Londres y Wall Street, intenta colocar continuamente a los Estados Unidos en una Segunda Guerra Fría, está vez contra China y Rusia juntos.
En los últimos tres días, el Instituto Schiller patrocinó dos foros internacionales con el ex director técnico de la NSA, William Binney, quien expuso su evidencia de que la afirmación de la comunidad de inteligencia sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016 (aka Rusiagate) fue un engaño. Binney también pidió finalizar con el estado de vigilancia de la NSA y enviar a la cárcel a los autores de esa política criminal. Binney también implicó al secretario de Estado Mike Pompeo en el continuo intento de golpe de estado contra el presidente Donald Trump. Dijo que cuando notificó al entonces director de la CIA Pompeo sobre su informe del fraude de la “interferencia rusa”, Pompeo lo ignoró, respaldando en cambio la mentira del equipo de inteligencia de Obama de que Rusia pirateó los correos electrónicos demócratas para ayudar a Trump a ser elegido. Pero si alguien todavía tuviera alguna duda de que Pompeo es parte de la campaña contra su propio jefe, hay que ver su viaje a Londres la semana pasada, para brindar un amplio apoyo a la actual campaña de “ataques contra China” que llevan a cabo los ex funcionarios del MI6, Richard Dearlove y Christopher Steele —los dos capos que operan el intento de golpe de Rusiagate contra Trump.
En cuanto a la disposición del gordito belicoso de arriesgarse a una guerra nuclear con China para preservar el poder imperial del Imperio Británico, basta con escuchar las palabras de Pompeo en Londres: “Y si no actuamos ahora, en última instancia, los hijos de nuestros hijos podrían quedar a merced del Partido Comunista Chino … El Secretario General Xi no está destinado a ser tirano dentro y fuera de China para siempre, a menos que lo permitamos”. Vemos así como para el títere de la oligarquía imperial regresiva, el vasto desarrollo de infraestructura a través de la Iniciativa del Cinturón y la Nueva Ruta de la Seda china es un acto de “tiranía”.
El partido de guerra angloamericano sigue presionando para la confrontación con Rusia, a pesar del colapso cercano de la farsa del Rusiagate. Tanto en Washington como en Londres, los líderes militares acusan a Rusia de lanzar un “proyectil con forma de arma” al espacio (sin ningún esfuerzo por describir lo que puede ser un “proyectil con forma de arma”) y anuncian, por lo tanto, un ajuste a su política de militarización del espacio.
En el caso de Rusia, el presidente Trump continúa contrarrestando las provocaciones del Estado de Seguridad Nacional de Washington DC a través de la diplomacia personal, realizando una larga llamada telefónica con el presidente Vladimir Putin el 23 de julio. La llamada cubrió muchas áreas críticas, y lo más importante: planes para un Cumbre de los líderes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que reuniría a los presidentes Trump, Putin y Xi Jinping. El presidente Trump ha demostrado en muchas situaciones cruciales que sus reuniones personales con adversarios potenciales pueden anular las políticas de confrontación y provocación del partido de guerra en el gobierno, incluidos los militares. Nunca ha sido tan urgente tal diplomacia personal. El liderazgo del Partido Demócrata, incluido su patético presunto candidato presidencial Joe Biden, lejos de presentar una alternativa a la loca histeria anti-Rusia y anti-China, promete ser aún más duro que la Administración Trump.
La cumbre de líderes mundiales, propuesta por el presidente Putin, no podría ser más urgente ya que el mundo enfrenta múltiples crisis. No puede haber una recuperación sólida en los Estados Unidos sin recurrir a los métodos de Franklin Roosevelt y Lyndon LaRouche. Ambos sabían que sin una reorganización del sistema financiero mundial, basada en la creación de crédito para trabajos masivos que produjeran programas de infraestructura y desarrollo, el estrangulamiento de los banqueros sobre el crédito y los medios para el desarrollo continuarían. Esto es lo que se debe abordar en la cumbre P5: la capacidad de crear un futuro próspero para la humanidad.
Matthew Ehret: El verdadero EEUU es compatible con la Iniciativa del Camino y Ruta de la Seda china
Fuente:
LaRouche PAC — Tensions Mount—Leaders Summit Urgent.
